Los franceses recibieron 2016, traumatizados por el atentado de París hace menos de dos meses y bajo amenazas de posibles ataques terroristas justo en las fiestas de fin de año.
París está sumergido en el terror y medidas de seguridad inéditas. El presidente François Hollande, aprovechó la oportunidad para justificar el involucramiento en los bombardeos en Siria.
La situación no fue diferente en Moscú. La Plaza Roja fue cerrada por primera vez a los visitantes por cuestiones de seguridad. Una parte de las tropas rusas tuvo que celebrar el Año Nuevo, fuera de su país, en Siria, escuchando el mensaje de su presidente Vladimir Putin.
El primer ministro británico, David Cameron, fue quien, además de las amenazas terroristas, tocó el tema de la economía y el bienestar. Destacó que la decisión de estar dentro o fuera de la Unión Europea debería ser tomada por el pueblo británico.
David Cameron, además, reiteró sobre la integración de todas las clases sociales en la sociedad. La raíz, según él, del surgimiento de extremismo en el Reino Unido.
Parece que la inseguridad provocada por el terrorismo será el principal desafío de los líderes europeos en 2016.
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