“Christian fue un competidor y un luchador que no quería quedarse atrás”, ha dicho Adrian Taylor, el hermano de la víctima.
Christian fue un competidor y un luchador que no quería quedarse atrás, afirma Adrian Taylor, el hermano de la víctima.
La ceremonia del sábado contó con la presencia de sus familiares, amigos y compañeros de su equipo de fútbol americano, en la Iglesia Cristiana de Koinonia, situada en Arlington (Virginia, noreste).
El principal pastor de dicha iglesia, Ronnie Goines, ha aseverado que Taylor fue un hombre apasionado que dedicó su vida al cristianismo.
El pasado 7 de agosto, Taylor fue asesinado en un concesionario de coches, al oeste de la ciudad de Dallas, a manos del agente de la policía Brad Miller, de 49 años, después de que se produjera un "altercado" entre ambos.

La muerte de Taylor se produjo dos días antes del aniversario de la muerte de otro conocido afroamericano desarmado Michael Brown, de 18 años, en la ciudad estadounidense de Ferguson (estado de Misuri).
El martes, el jefe de la Policía de Arlington, Will Johnson, dijo que Miller tomó una serie de malas decisiones para disparar contra Taylor en lugar de arrestarle.
Miller, que entrenaba en el departamento, disparó cuatro veces contra el joven afroamericano desarmado, quien murió a causa de heridas de bala en el cuello, el pecho y el abdomen.
Johnson añadió que había otros cinco policías en la escena, contra los cuales se abrirá un caso criminal.
La postura antirracista de los policías blancos de EE.UU. ante los hombres y las mujeres afroamericanos no es un fenómeno raro.

Asimismo, el país norteamericano se ha convertido en el centro de las protestas antirracistas durante los últimos años por el uso discriminatorio de la fuerza policial contra los ciudadanos afroamericanos en todo el país, que ha resultado en varios muertos.
Michael Brown, en Ferguson (9 de agosto de 2014); Eric Garner, en Nueva York (17 de julio de 2014); Dontre Hamilton, en Milwaukee (30 de abril de 2014) y Freddie Gray (19 de abril de 2015) son algunos de los ciudadanos que han perdido la vida por la violencia policial y el racismo.
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