La mano dura del presidente estadounidense, Donald Trump, que pide un muro como solución a la inmigración, ha criminalizado los indocumentados buenos y malos por igual, tengan delitos o no, los quiere deportar. Está claro que los quiere fuera de este país para alimentar su ego y el de sus seguidores en su mayoría blancos extremistas. Así lo indica Alan Diamante, el experto en leyes de inmigración.
Alan Diamante que ha tenido experiencia en casos complicados de inmigración asegura que los delitos que antes eran inevitables deportaciones como robo, abuso sexual o violencia entre familia, no tenían alternativa. Sin embargo, en la era Trump justos y pecadores los quiere fuera de Estados Unidos.
Lo que más preocupa a los latinos es que Trump viola leyes, acuerdos migratorios pidiendo frenos a jueces para seguir deportando sin piedad aunque la justicia se lo impida y cometa errores, no tiene freno, divide familias, se ciega al beneficio que aporta un inmigrante con su trabajo.
Según el Departamento de Inmigración las leyes y ordenanzas pueden cambiar en cualquier momento, sin embargo los inmigrantes que han cometido delitos graves o volvieron a reingresar a Estados Unidos no tienen ninguna alternativa de legalización y tendrán que ser deportados en prioridad.
Rosie Orbach, Los Ángeles (California).
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