El dictador libio Muamar Gadafi (1969-2011) entregó voluntariamente su arsenal nuclear a Washington. Unos años después, en 2011, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), con EE.UU. a la cabeza, atacó Libia y ejecutó a Gadafi, lo que sumergió al país en una guerra civil que dura hasta hoy y allanó el camino para la aparición del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe). Pyongyang ya ha dejado claro que no se someterá al “modelo libio”.
“La semana pasada se habló de (aplicar) el modelo libio (en Corea del Norte), y el presidente (de EE.UU., Donald Trump) ya había dicho que el conflicto terminará como terminó el de Libia, si Kim Jong-un no sella un acuerdo” nuclear con EE.UU., parafraseó Pence en una entrevista concedida el lunes a la cadena televisa estadounidense Fox News.
Ante la pregunta de que si lo que acababa de mencionar podría ser interpretado como una “amenaza” contra Pyongyang, Pence respondió que, a su parecer, eso era una realidad más que una simple amenaza.
La semana pasada se habló de (aplicar) el modelo libio (en Corea del Norte), y el presidente (de EE.UU., Donald Trump) ya había dicho que el conflicto terminará como terminó el de Libia, si Kim Jong-un no sella un acuerdo” nuclear con EE.UU., indicó el vicepresidente de EE.UU., Mike Pence.
El vicepresidente estadounidense aseguró que Trump no tolerará las armas nucleares y los misiles balísticos de Pyongyang, pues, a su juicio, amenazan a Estados Unidos y a sus aliados regionales.
Pence, en otro momento de sus declaraciones, se refirió a una eventual reunión entre Trump y Kim, prevista para el próximo 12 de junio en Singapur, cuya celebración permanece en el aire, y advirtió al líder norcoreano de no “jugar” con Trump. “Sería un gran error para Kim jong-un pensar que puede jugar con Donald Trump” en el encuentro, advirtió Pence.
La retórica hostil de Estados Unidos contra Pyongyang sube de tono, pese al proceso de reconciliación en curso entre las dos Coreas y las promesas para rebajar la tensión en la península coreana.
El líder norcoreano ha dejado claro el compromiso de Pyongyang con la desnuclearización, una vez que EE.UU. abandone sus “políticas hostiles y amenazas de seguridad” en contra de su país.
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