“He dispuesto que usando todos los mecanismos posibles se transparente la información por dolorosa que esta sea, hay que transparentarla, hay que decir la verdad”, dijo el jueves Moreno durante una rueda de prensa.
El jefe de Estado ecuatoriano también afirmó que el Gobierno sabe que respecto al número de contagiados —3163— y muertes —120—, “los registros oficiales se quedan cortos”.
“La realidad siempre supera el número de pruebas y la velocidad con la que se presta la atención”, señaló el mandatario para luego reconocer que, “según los investigadores científicos, con toda seguridad hoy tenemos decenas de miles de contagio y ya cientos de vidas sesgadas por este virus”.
Moreno se pronunció sobre las nuevas medidas dictaminadas por el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional, que incluyen la ampliación del plazo de restricciones de circulación y reunión por la pandemia, y anunció que enviará un proyecto de ley a la Asamblea Nacional para hacer frente a la crisis económica provocada por el nuevo coronavirus, denominado COVID-19.
La mala gestión del Gobierno de Lenín Moreno en controlar la crisis ha causado que cuerpos de fallecidos por el COVID-19 aparezcan abandonados en las calles de Ecuador. En algunos casos, los cadáveres llevan hasta 72 horas sin ser recogidos, por lo que la gente ha empezado a quemarlos.
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, ha sostenido que la pandemia del COVID-19 es la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial y un verdadero peligro para la paz mundial.
Hasta el momento, las cifras oficiales indican que el nuevo coronavirus ha afectado a más de un millón de personas en todo el planeta, de las cuales más de 52 000 han perdido la vida.
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