“Irán se siente honrado de tener una presencia poderosa en los mares, dado que hace unos años solo contaba con una Fuerza Naval Costera, pero hoy en día está presente en las aguas internacionales y ha mostrado al mundo las capacidades de una Fuerza Naval poderosa”, ha subrayado el coordinador adjunto del Ejército iraní, el contralmirante Habibolá Sayari.
Entre las muestras del poderío iraní alcanzado en los años tras la victoria de la Revolución Islámica (1979), Sayari ha hecho alusión a unos ejercicios militares conjuntos inéditos, celebrados entre el viernes y el lunes, en el norte del océano Índico, concretamente en el mar de Omán, y ha resaltado que el acompañamiento de Rusia y China en estas maniobras, refrenda el poderío marítimo del país persa en la esfera internacional.
Al respecto, añade que estas dos superpotencias “nunca” habrían acompañado a Irán en los aludidos juegos de guerra, denominados ‘Cinturón de Seguridad Naval’, si tuviesen la menor duda del poderío del país persa.
“Si no hubiéramos contado con tal poderío marítimo, deberíamos haber suplicado la ayuda de los demás para que suministren la seguridad de nuestras embarcaciones y petroleros en el océano Índico y el golfo de Adén”, indica el contraalmirante iraní.
La navegación de destructores de fabricación iraní, como Yamarán y Sahand, pese a las brutales sanciones impuestas por Estados Unidos contra Irán, también es otra prueba del poder iraní en la industria de defensa marítima, remarca Sayari.
Distintos analistas coinciden en que Teherán no puede esperar mucho de Europa ante las agresiones y las medidas coercitivas de EE.UU., dado que, “como mucho, pondrá en un mismo nivel al agresor y al agredido”, pero sí puede esperar algo más de otras potencias como Rusia y China, que han expresado un apoyo a Irán ante el unilateralismo de Washington y también son blanco de las medidas coercitivas de la Casa Blanca.
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