El misil, denominado “Kite” — de forma cúbica— puede ser instalado en cazas F-4 y F-5, y tiene un alcance de 15 kilómetros.
El mencionado proyectil fue diseñado para destruir posiciones de los enemigos, como las pistas de los aeropuertos, los centros de integración y logística, los depósitos de municiones y los puntos de concentración de soldados.
En medio de las duras condiciones que le ha tocado vivir a Irán por las sanciones, amenazas y presiones impulsadas por los poderes hegemónicos, el país ha podido fortalecer sus capacidades militares, si bien ha asegurado en reiteradas ocasiones que ese desarrollo obedece a una doctrina de tipo defensivo y no representa amenaza alguna para otros países.
En las cuatro décadas transcurridas desde la victoria de la Revolución Islámica (1979), Irán ha logrado considerables avances en el sector defensivo y ha conseguido ser autosuficiente en la producción de equipos y sistemas militares esenciales.
A su vez, el líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, descartando la intención del país persa para involucrarse en conflictos y tensiones con otros países, en reiteradas ocasiones ha enfatizado en la necesidad de la continuación de los avances militares.
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