“La República Islámica de Irán (…) no renunciará a su derecho legítimo a fortalecer sus capacidades defensivas y seguirá adelante con sus programas, perseguirá sus metas y las estrategias defensivas necesarias, en particular, en el campo misilístico”, asegura este sábado Qasemi.
En una entrevista exclusiva concedida a la agencia iraní de noticias IRNA, el portavoz iraní se ha referido a los complots y las injerencias de los enemigos del país persa, entre ellos, EE.UU. y el régimen israelí, y asegura que Teherán no le va a pedir permiso a nadie para defender a su pueblo.
Al mismo tiempo, ha dicho que para mantener la paz, la estabilidad y la seguridad de la región del Oriente Medio es imprescindible la existencia de “un Irán poderoso”. Sin lugar a dudas, aduce, el poder de Irán neutralizará las conspiraciones de los enemigos.
La República Islámica de Irán (…) no renunciará a su derecho legítimo a fortalecer sus capacidades defensivas y seguirá adelante con sus programas, perseguirá sus metas y las estrategias defensivas necesarias, en particular, en el campo misilístico”, asegura el portavoz de la Cancillería iraní, Bahram Qasemi.
Tras aludir a los ocho años de guerra impuesta a Irán por el derrocado dictador iraquí Saddam Husein (1979-2003), Qasemi insiste en que durante ese periodo los poderes mundiales obviaron los crímenes cometidos contra la nación persa, pero ahora “se muestran preocupados por el poder misilístico de Irán”.
Al hacer hincapié en la naturaleza disuasiva y defensiva de la capacidad misilística del país, el diplomático iraní comenta que las autoridades de los regímenes agresores, entre ellos, EE.UU. e Israel, se han dado cuenta de que si cometen un error recibirán una respuesta contundente de Teherán.
Además, el poder militar de Irán es un factor crucial para la seguridad de los países ribereños del Golfo Pérsico y un obstáculo para los agresores, de hecho, añade, los que critican los programas defensivos de Irán orquestan una guerra psicológica en pro de su política iranófoba.
EE.UU. y otros países productores y exportadores de armas mortales no deberían hablar del poder defensivo de Irán, a la vez que venden mil millones de dólares de armamentos destructores a una región tan sensible como el Oriente Medio, señala por último.
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