Qasemi, en una entrevista exclusiva con la televisión iraní en inglés PressTV, precisó el lunes que Washington, creando tales infundios, trata de solapar sus “repetidos fracasos en política exterior”. “Se trata de la nueva propaganda (antiiraní) de Washington y de su nueva guerra psicológica contra la República Islámica de Irán”, argumentó.
Ayer lunes, el presidente estadounidense, Donald Trump, en un almuerzo de trabajo en la Casa Blanca con miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), acusó a Irán de “desestabilizar” el Oriente Medio. Aprovechó, además, la cita para reiterar su vieja acusación de que Teherán está armando a Ansarolá en Yemen, país que está siendo atacado militarmente por Arabia Saudí.
Anteriormente, la embajadora de EE.UU. ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Nikki Haley, llevó a sus colegas miembros del CSNU a la base conjunta de Anacostia-Bolling, en Washington, para mostrarles lo que, según dijo, eran los restos de un misil iraní lanzado desde Yemen contra Arabia Saudí (el 4 de noviembre de 2017).
Trump y Haley están tratando de persuadir al CSNU de que emprenda acciones contra Irán, probablemente con la imposición de nuevas sanciones.
“Es un esfuerzo vano que no beneficiará a EE.UU.”, aseguró el portavoz de la Diplomacia persa.
Se trata de la nueva propaganda (antiraní) de Washington y de su nueva guerra psicológica contra la República Islámica de Irán” denuncia el portavoz de la Cancillería de Irán, Bahram Qasemi, en referencia a las acusaciones de Estados Unidos sobre el presunto suministro por parte de Irán de misiles balísticos a los combatientes de Ansarolá.
La República Islámica de Irán ya en diciembre rechazó categóricamente las acusaciones “fabricadas” por EE.UU. sobre los misiles yemeníes, cuando Haley presentó por primera vez un puñado de hierros y dijo que eran los restos de un misil iraní caído en Riad, la capital saudí.
El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Mohamad Yavad Zarif, denunció el lunes que Trump y sus aliados recurren a “evidencias falsas” para fomentar la iranofobia en el CSNU.
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