El lanzamiento ha tenido lugar este miércoles desde un área cercana a Pyongyang (capital) y ha volado durante unos 74 minutos antes de caer en aguas del mar del Este, o mar Japón, y fuera de la zona económica exclusiva del país, según las autoridades de Tokio y Seúl.
Por su parte, el Ministerio de Defensa de Japón ha dicho que se trata de un misil balístico intercontinental que alcanzó una altitud de unos 6000 kilómetros (3730 millas).
Mientras, el Estado Mayor Conjunto en Seúl ha informado que sus fuerzas armadas “detectaron lo que presuntamente es un misil balístico de largo alcance disparado de la zona de Pyongyang sobre las 10H00 (01H00 GMT) hacia el mar del Este”.
El lanzamiento se produce dos días después de que la Defensa norcoreana denunciara crecientes “actividades de espionaje” de Estados Unidos contra Pyongyang, entre ellas los “vuelos provocadores” en el mar de Japón, uno de los cuales ingresó a la zona económica exclusiva de Corea del Norte al menos ocho veces.
En este sentido, un vocero de la cartera de Defensa Nacional norcoreano amenazó con “derribar un avión estratégico de reconocimiento de la Fuerza Aérea estadounidense” en el mar de Japón si continúan los vuelos provocadores en la península.
La advertencia fue repetida horas después por Kim Yo Jong, hermana del líder norcoreano. “En caso de una intrusión ilegal repetida, las fuerzas estadounidenses experimentarán un vuelo muy crítico”, avisó en un comunicado.
Además, el nuevo lanzamiento del misil norcoreano se produce en momentos en que Corea del Sur, Japón y Estados Unidos han reforzado su alianza a tres bandas e intensificado las maniobras militares conjuntas que tienen a Pyongyang en la mira.
Los líderes de los tres países aliados también se encuentran reunidos actualmente en Lituania para una cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), donde el tema de Corea del Norte fue parte de la agenda.
Pyongyang denuncia los ejercicios conjuntos de los aliados en la península y los describe como un ensayo para la invasión. Ante tal coyuntura, el líder norcoreano, Kim Jong-un, ordenó en marzo aumentar la producción de materiales atómicos con uso militar con el fin de mejorar la capacidad nuclear del país e instó a “seguir esforzándose por fortalecer sin descanso” las fuerzas nucleares para contrarrestar las amenazas.
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