Tras el informe de la ONU que denunciaba el aumento de los líderes sociales durante las protestas, la fundación para la Libertad de Prensa también ha denunciado represiones sin precedentes contra periodistas.
Además, un informe de la Jurisdicción Especial para la Paz, el mecanismo surgido después de la firma del acuerdo de paz con la exguerrilla de las FARC, dice que Colombia es el segundo país del mundo con más muertes al día por protestas, hecho que provocó la reacción de la oposición.
Por su parte, el mandatario Iván Duque que ha mostrado disgusto en seguir dialogando con la gente y los manifestantes, decidió culpar a ellos de la falta de progresos en bajar el desempleo y llegar a una recuperación económica.
El estallido social en Colombia fue iniciado con las marchas contra la reforma fiscal, que finalmente fue retirada a los pocos días. Sin embargo, cientos de personas se han seguido movilizando contra las políticas neoliberales de la ultraderecha. En cifras oficiales, al menos una veintena de personas han fallecido, mientras los órganos de derechos humanos lo elevan a más de 70 e indican que otros cientos resultados heridos. Ante los oídos sordos del gobierno, el Comité Nacional de Paro que une a diferentes sectores de las movilizaciones, ha pedido el cese de protestas masivas para cambio de estrategia, la cual es plantear una serie de reformas el 20 de julio al Congreso Nacional, con el apoyo de la oposición, para mejorar la situación.
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