En esa manifestación, organizada por APC, los participantes denunciaron las supuestas irregularidades en la jornada electoral y pidieron que se realicen nuevas elecciones.
El principal partido opositor también tachó de “una vergüenza, una burla” la votación, y afirmó que no aceptará los resultados de las elecciones generales.
Los manifestantes también expresaron su indignación por los presuntos asesinatos de trabajadores electorales de la oposición en ataques perpetrados en dicha jornada. Y responsabilizaron a miembros del Partido Democrático del Pueblo (PDP), liderado por el actual presidente-candidato, Goodluck Jonathan, de la muerte de sus partidarios en el convulsivo estado de Rivers, donde el proceso electoral, a su juicio, fue un “montaje”.
En este sentido, el presidente de la Comisión Nacional Electoral Independiente de Nigeria (INEC, por sus siglas en inglés), Attahiru Jega, expresó su preocupación por las supuestas irregularidades en Rivers, asegurando que las autoridades electorales están ya investigando las denuncias.
La votación, iniciada el sábado, se prolongó hasta el domingo en varios centros, tras haber sido aplazada por problemas técnicos de las máquinas de recuento de votos y los episodios de violencia protagonizados por el grupo takfirí Boko Haram, que ha asesinado a decenas de personas por acudir a las urnas.
La INEC ya ha iniciado el recuento de votos y se espera que los resultados de los comicios se difundan en la jornada de este lunes.
Si no hay ganador, los candidatos Goodluck Jonathan y Muhammadu Buhari se medirán en una segunda ronda electoral.
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