Durante una reunión del Comité Militar Nacional, el ministro de Defensa del Gobierno de Salvación Nacional de Yemen, Muhamad Naser al-Atifi, ha reiterado este sábado que el país y su liderazgo abogan por la paz y lo demostró cuando dio la bienvenida a la solicitud de la comunidad internacional para un armisticio.
En este contexto, ha aconsejado a “los regímenes saudí y emiratí que no sigan provocando a las Fuerzas Armadas yemeníes y que dejen a Yemen en paz”, advirtiendo que si no escuchan consejos repetidos enviados para salir de esta nación se arrepentirán.
Al-Atifi ha asegurado que cuando los yemeníes deciden cumplir sus promesas, el arrepentimiento de los agresores “no los beneficiará, ni tendrán un salvador frente a nuestros golpes, que serán terremotos fuertes y aplastantes”.
Además, ha recordado a los enemigos que Yemen ha definido y renovado sus metas en la profundidad de los países y capitales agresores, de manera que los acontecimientos venideros los asombrarían, si persistieran en el cerco y la agresión a la nación yemení.
Yemen, preparado para enfrentamiento a largo plazo con buen arsenal de armas
“Les aseguramos que el arsenal de armas estratégicas de disuasión balística es suficiente para décadas y continuos enfrentamientos”, ha expresado.
Según Al-Atifi, las industrias militares y los expertos yemeníes están trabajando día y noche para mejorar el arsenal militar, como misiles balísticos y tácticos estratégicos, drones de alta tecnología y alta precisión para un enfrentamiento a largo plazo.
“Aconsejamos a la alianza de la agresión y sus seguidores, y repetimos nuestro consejo, que no pongan a prueba nuestra capacidad, paciencia y resistencia, porque somos capaces de infligirles un gran dolor”, ha manifestado.
Desde marzo de 2015, Arabia Saudí y sus aliados árabes, con el apoyo de EE.UU. y los países occidentales e Israel, llevan a cabo una campaña de bombardeos en Yemen, destinada a restaurar en el poder al expresidente fugitivo yemení, Abdu Rabu Mansur Hadi, aliado de Riad, y aplastar el movimiento popular yemení Ansarolá.
Sin embargo, siete años después, la coalición agresora no ha conseguido sus metas, y es más, los avances militares de Yemen muestran que la ecuación está completamente a favor del país más pobre del mundo árabe.
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