Yemen declinó el viernes aceptar la iniciativa del Consejo de Cooperación del Golfo —integrado por los países árabes ribereños al Golfo Pérsico— para mantener unas consultas destinadas a poner fin a la guerra, emprendida en 2015 por una coalición, encabezada por Arabia Saudí.
Mediante un mensaje emitido en su cuenta de Twittter, Muhamad Ali al-Houthi, presidente del Comité Supremo Revolucionario de Yemen, ha asegurado que la solución a la crisis yemení está al alcance de la mano en caso de que la coalición liderada por Riad y sus mercenarios takfiríes demuestren una genuina voluntad de paz.
Tras recordar que “Riad es una parte en la guerra, no un mediador”, Al-Houthi ha subrayado que las conversaciones para discutir una solución pacífica al conflicto en curso deben tener lugar en un país neutral.
También, ha enfatizado que Arabia Saudí y sus aliados regionales, que están involucrados en una campaña militar devastadora contra Yemen, deben sentirse avergonzados por sus acciones y poner fin a la actual crisis de combustible en Yemen, que está perjudicando gravemente a la nación de este país.
Arabia Saudí, a la cabeza de una llamada coalición apoyada por el Occidente, lanzó una guerra cruenta contra Yemen en 2015, saltándose todas las leyes internacionales y normativas de la ONU, en un intento por eliminar de la ecuación política regional al movimiento popular yemení Ansarolá, y restaurar en el poder al expresidente fugitivo yemení Abdu Rabu Mansur Hadi. Esa agresión ha dejado cientos de miles de yemeníes muertos y ha desplazado a millones más.
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