La base aérea Malik Khalid, situada en la ciudad de Khamis Mashith, capital de la provincia saudí de Asir (suroeste), “ha sido blanco de vehículos aéreos no tripulados (UAV, por sus siglas en inglés) yemeníes que finalmente fueron interceptados y destruidos”, informa la cadena de noticias catarí Al Jazeera.
Anteriormente, el portavoz de Ansarolá, Muhamad Abdel Salam, criticó el bloqueo continuo del Aeropuerto de Saná (capital de Yemen), y dijo que los autores del cerco deberían saber que sus aeropuertos están bajo el control de las fuerzas yemeníes.
El coronel Turki al-Maliki, vocero de la llamada coalición saudí en la agresión a Yemen, comunicó que aviones saudíes han interceptado y destruido dos drones que Ansarolá había enviado a Khamis Mashith.
Al-Maliki acusa a Ansarolá de “solo atacar los centros civiles”, sin embargo, la base saudí Malik Khalid alberga a militares y sus equipos.
La base aérea militar Malik Khalid ha sido blanco de vehículos aéreos no tripulados (UAV, por sus siglas en inglés) yemeníes que finalmente fueron interceptados y destruidos”, informa la cadena de noticias catarí Al Jazeera.
Desde el 26 de marzo de 2015, el régimen saudí y sus aliados, incluidos EE.UU., el Reino Unido y los Emiratos Árabes Unidos (EAU), cometen en Yemen crímenes de guerra de forma diaria, utilizando todo tipo de armas, con el objetivo de restaurar en el poder al expresidente fugitivo yemení, Abdu Rabu Mansur Hadi, y hacer frente al movimiento popular Ansarolá.
Los ataques saudíes, en muchas ocasiones perpetrados con aeronaves y bombas fabricados en Estados Unidos, han dejado más de 60 000 yemeníes muertos, de acuerdo a Datos sobre Localización y Acontecimientos de Conflictos Armados (Acled, por sus siglas en inglés).
Pese a todo esto, EE.UU. y sus aliados europeos como el Reino Unido han aprovechado la oportunidad para cerrar multimillonarios acuerdos armamentísticos con el régimen de Riad.
Leer Más: EEUU vende armas a Arabia Saudí por más de $ 1.000 millones
lvs/ncl/snz/hnb