Según el Centro de Información Palestina, la sección de encuestas “Estudio del viernes”, del canal 12 del régimen, preguntó a los israelíes, si el primer ministro Benjamín Netanyahu debería participar en las próximas elecciones. El sondeo reveló que el 52 % se opone a su candidatura, mientras que el 41 % la apoya.
Entre los posibles sucesores de Netanyahu al frente de la derecha, está el exjefe de la agencia de espionaje israelí (Mossad), Yossi Cohen, quien se perfila como el principal candidato. El Centro destacó que la política israelí atraviesa movimientos y reacomodos que reflejan el desgaste del actual gabinete.
El aumento del descontento popular hacia el gabinete, las tensiones sobre el servicio militar de los haredíes, la crisis presupuestaria de 2026 y las reformas judiciales han llevado a los analistas a considerar la posibilidad de elecciones anticipadas, a mediados de 2026.
De acuerdo a las últimas encuestas, el partido Likud ha recuperado parte de su popularidad, aunque aún no logra asegurar la mayoría parlamentaria. Según el Dr. Menajem Lazar, especialista en encuestas el periódico israelí Maariv, la operación militar de Israel contra Irán en junio pasado contribuyó a fortalecer la posición política de Likud, aumentando su representación de 20 a 27 escaños.
En este contexto, Yair Assouline, investigador y columnista del diario Haaretz, criticó duramente la profunda crisis de liderazgo en Israel en un artículo titulado: “Mientras Israel no acepte el vacío de liderazgo, no ocurrirá ningún cambio”.
Assouline sostiene que el régimen ha experimentado una amplia inestabilidad política e intelectual desde la operación Tormenta de Al-Aqsa y califica al actual gabinete como el “más corrupto e ineficaz” en la historia reciente de Israel.
Todos estos desarrollos indican que el régimen de Tel Aviv ha entrado en una fase de inestabilidad política y desgaste del liderazgo, una etapa que podría reconfigurar el mapa del poder en Israel mediante la celebración de elecciones anticipadas.
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