Carlos Santa María
Ahora que el secretario de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), Rafael Grossi, confirmó que presentará su candidatura para ser el próximo secretario general de la ONU (1), auspiciado por Argentina y secundado por Estados Unidos e Israel, se ratifica que este funcionario entregó información reservada de Irán a Netanyahu para atacar y aportó luz verde a Trump para autorizar a Israel en su artera acción, junto con planificar su bombardeo a las centrales nucleares.
Esta situación, pese a la derrota de ambos gobiernos por parte de la nación persa obligándolos a rogar por una tregua, incentiva un análisis profundo basándonos en el Geopoder como disciplina investigativa.
En esencia, son cinco lecciones de inmenso carácter estratégico que no serán olvidadas:
Primera, que la profunda generosidad de un pueblo jamás debe caer en la confianza por “diplomacia” o amenazas.
El Líder de Irán, ayatolá Seyed Ali Jamenei, sustentado en las profundas enseñanzas del noble Corán, sostuvo que siempre hay que dar una oportunidad al enemigo para que se arrepienta, insistiendo en que la sinceridad tiene que ser el criterio inamovible de toda acción política.
Queda demostrado que, aprovechando una ley moral contraria al engaño y la intención oculta, los sionistas la utilizan como arma malévola: así fue la agresión sorpresiva a la nación persa aprovechando las negociaciones de paz.
Por tanto, concertar no es posible directamente, aunque se abran canales, basados en el conocimiento de la personalidad criminal con quienes tratan.
Segunda, que la Unión Europea está a favor de continuar su política bélica contra naciones soberanas.
Mientras dure la gobernanza europea basada en vender sus naciones a Estados Unidos y desindustrializarlas, aumentando su propia crisis económico-política, ella tendrá como espíritu el odio, la mentira, atentar contra todo lo que oponga a sus designios, sin pensar absurdamente en las consecuencias que siempre serán negativas.
Con toda razón y sintetizando la realidad, el eurodiputado belga Marc Botenga criticó en el Parlamento Europeo a sus gobiernos por no condenar los ataques de Israel y EE.UU. contra Irán, ni abordar el tema de las armas nucleares israelíes, que ha bombardeado Líbano, Siria, Irak, Irán, Yemen y recientemente Catar, cuestionando la doble moral de estos países al no condenar la retirada unilateral de Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán, castigando ilegalmente al pueblo persa e impidiendo incluso la adquisición de medicamentos y bienes esenciales, modus operandi homicida como en Gaza. Afortunadamente, tras 12 días de agresión israelí, la extraordinaria respuesta de las Fuerzas Armadas iraníes lanzando cientos de misiles y drones, obligó al régimen de Tel Aviv a detener su agresión y declarar un alto el fuego.
Tercera, que la creencia en países e instituciones internacionales occidentales como neutrales o progresistas significaría un error estratégico grave.
Hoy día debe ser claro que el genocidio en Gaza fue organizado por el sionismo internacional ubicado en su cuartel general de Washington, por lo cual Israel es el sicario empleado para ese fin criminal. Creer que Donald Trump es el mediador, significaría errar completamente como lo presentan en los Medios Masivos de Desinformación; no sin razón, está acusado de tantos crímenes, entre ellos, el del glorioso general Qasem Soleimani y el comandante iraquí Abu al-Muhandis. Este, además de los atentados terroristas que ha organizado, es su genocidio y no solo el de Joe Biden como lo hace aparecer hipócritamente.
Las Naciones Unidas, dirigidas por un funcionario parcializado dependiente del Pentágono, no constituyen garantía alguna de transparencia.
Cuarta, el lenguaje agresivo, violento, ilegalmente castigador, del Hegemón, logra que ningún país que se respete acepte sus demandas bajo presión.
El lenguaje y actuación amenazadora del gobierno Trump, similar a los anteriores, ha demostrado la incapacidad cognitiva y las enfermedades siquiátricas que posee su gobierno, ya que su infinito discurso es sobre muertes, asesinatos, drogas, fentanilo, Biden decrépito, etc., es decir, no existe un asomo de coherencia espiritual, mental, intelectual y, por el contrario, todo occidente padece el mal de la “coalición de los perdedores”: unámonos para entrar en conflictos, perder nuestras economías, subyugar nuestros y otros pueblos, haciendo del terror el principal emblema a partir del nazi sionismo como bandera criminal.
Quinta, que la diplomacia o encuentro con el diálogo entre iguales jamás se abandonará, siempre que los principios sean transparentes. Caso contrario es una trampa.
El diálogo es lo más inteligente antes que continuar una guerra. No obstante, la enseñanza principal es que en la actualidad es la fortaleza integral (pueblo, liderazgo, capacidad defensiva) la que permite vencer las batallas y la impunidad posibilita el exterminio del ser humano.
Por tanto, dialogar con la certeza de no aceptar ultimátum es la postura digna y exacta.
En momentos donde la debilidad de la Corporatocracia se disfraza de fortaleza es del más alto peligro para la Humanidad al extender el caos y la muerte, especialmente buscando enemigos inexistentes en vez de encontrar las respuestas acertadas a las crisis.
Finalmente, ratificando que nuestra predicción se cumple paso a paso, los traidores se van desenmascarando, como lo hace Grossi. A su vez, los conflictos se intensifican en la medida que el mundo avanza con justeza social: el genocidio como una forma criminal de apoderarse de toda Palestina para convertirla en el estado artificial de Israel, confirma que la Resistencia en todos sus niveles es coherente en su desafío liberador y saldrá victoriosa.
Carlos Santa María es Trabajador Social, Psicólogo Social, Especialista en Estudios Latinoamericanos, Doctor en filosofía y educación, profesor universitario, conferencista, escritor y analista internacional. Creador de la Humanología y el Geopoder como disciplinas investigativas.
1. Rafael Grossi presentará su candidatura para ser secretario general de las Naciones Unidas - Infobae
