“Continuaremos el camino con firmeza y fuerza, y los sacrificios solo nos beneficiarán. Nuestro bendito camino, cuyo líder, que Dios se apiade de él, es un mártir, está en sus inicios y no ha hecho más que fortalecerse y expandirse desde su martirio. Esta es la mejor prueba de lo que decimos”, declaró el lunes Al-Mashat con motivo de la ceremonia fúnebre del jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Yemen, el general de división Muhamad Abdul Karim al-Qamari.
Según el alto responsable yemení, el general Al‑Qamari ascendió ante el Dios como “un mártir querido en la más noble de las batallas y en la causa más pura de apoyo a los hermanos en Gaza”.
“El mártir combatiente Muhammad al-Qamari obtuvo lo que siempre deseó, alcanzó ese honor; felicidades por ese gran mérito de estar junto a los mártires ante Dios”, agregó.
Al señalar que todos los sacrificios del pueblo yemení —civiles y militares— están ante los ojos de Dios, Al-Mashat puso de manifiesto que “contamos con la fuerza moral y material necesaria para vengarnos, si Dios quiere; la guerra es por rondas”.
El alto cargo yemení aseguró que “todos los implicados en prestar servicio al enemigo sionista o a cualquier otro recibirán su castigo ejemplar y disuasorio”.
Tras expresar sus sinceras condolencias al líder del movimiento popular yemení Ansarolá, Seyed Abdulmalik Badreddin al-Houthi, a la familia del general mártir yemení, a las familias de sus compañeros mártires y a los hijos del gran pueblo yemení, recalcó que “Nuestro pueblo puede estar seguro de que el martirio de nuestro hermano y compañero solo nos hará más fuertes y valientes que antes”.
“La sangre pura de grandes hombres enciende la llama del entusiasmo y la fuerza en las almas de los libres y los muyahidines, y logra la victoria”, declaró.
Además, Al-Mashat reiteró la firme postura de Yemen en apoyo a la causa palestina y a Gaza, independientemente de los desafíos y la magnitud de los sacrificios.
“Lo ocurrido —el ataque contra nuestro gobierno revolucionario, contra nuestro gran mártir o contra nuestros estimados conciudadanos— no representa un éxito para el enemigo sionista, pese a la propaganda con que se complace, ni constituye un fallo esencial e irreparable para nosotros. Lo que pasó fue que EE.UU. instrumentalizó la labor humanitaria de la ONU en servicio del enemigo sionista; no esperábamos ese uso tan perverso, repugnante y criminal. Hemos subsanado ese fallo y cerrado esa brecha de forma definitiva”, puntualizó.
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