“Pedimos al Gobierno canadiense que abra su legación en la República de Yemen”, ha escrito este lunes en su cuenta de Twitter Mohamad Ali al-Houthi, presidente del comité.
El dirigente yemení ha criticado a la monarquía saudí por adoptar “una postura ofensiva” contra Canadá, expulsando al jefe de la legación canadiense en Riad, la capital saudí.
Asimismo, ha asegurado que el Gobierno de Saná acogerá con beneplácito la apertura de una embajada canadiense en su territorio.
El domingo, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Arabia Saudí declaró persona “non grata” al embajador de Canadá en Riad, Dennis Horak, y le dio un plazo máximo de 24 horas para que abandone el territorio saudí.
Arabia Saudí congeló además las relaciones económicas y comerciales entre ambos países por “interferir en asuntos de estado” al expresar el Gobierno de Ottawa su postura sobre la crítica situación de los derechos humanos en el país árabe.
Esta decisión tuvo lugar en respuesta a una declaración publicada el pasado 3 de agosto por el Ministerio de Exteriores canadiense, que expresaba la “profunda preocupación de Ottawa por las detenciones en la sociedad civil de los activistas por los derechos de las mujeres en Arabia Saudí”.
Pedimos al Gobierno canadiense que abra su legación en la República de Yemen”, ha afirmado Mohamad Ali al-Houthi, presidente del Comité Supremo Revolucionario de Yemen.
El Centro del Golfo para los Derechos Humanos (CGDH), señaló que, desde el 15 de mayo, ha documentado el arresto de 20 defensores de derechos humanos en Arabia Saudí, muchos de ellos activistas en defensa de los derechos de la mujer.
El reino árabe sufre críticas a nivel internacional por violar los derechos fundamentales de sus ciudadanos y, sobre todo, de los activistas. Además, sigue siendo uno de los países más restrictivos del mundo para las mujeres, a las que, por ejemplo, se exige la aprobación de un tutor masculino para tomar decisiones importantes.
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