La Red de Información sobre Seguridad Alimentaria de las Naciones Unidas añadió que el guarismo representa un aumento considerable con relación a los 193 millones de personas en 53 países y territorios con esta misma situación en 2021, con un salto de un 1,4 por ciento en términos anuales.
La cifra, la mayor en los siete años de historia del informe, sigue siendo inaceptablemente alta y subraya una tendencia al deterioro en este tema a nivel global, remarcó el análisis divulgado por Naciones Unidas.
“Más de 250 millones de personas se enfrentan ahora a niveles agudos de hambre, y algunas están al borde de la inanición. Esto es inconcebible”, consideró por su parte el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, en el prólogo del texto.
Señaló la indagación cómo más del 40 por ciento de la población expuesta a crisis, emergencia o catástrofe alimentaria, reside en sólo cinco países: Afganistán, la República Democrática del Congo, Etiopía, partes de Nigeria (21 estados y el territorio de la Capital Federal) y Yemen.
Además, en 30 de los 42 principales contextos de crisis alimentarias analizados en el informe, más de 35 millones de niños menores de cinco años sufren una forma de malnutrición potencialmente mortal, y de estos nueve millones, 200 mil padecen este flagelo en forma grave.
En América Latina, detalló, 17 millones 800 mil personas, el 27 por ciento de la población analizada, está expuesta a altos niveles de inseguridad alimentaria aguda.
Según las proyecciones de 2023 hasta ahora disponibles para 38 de los 58 países, hasta 153 millones de personas (o el 18 por ciento de la población analizada) sufrirán niveles de crisis, emergencia o catástrofe en relación a la seguridad alimentaria.
Igualmente, se prevé que alrededor de 310 mil individuos se encuentren en la última y peor de estas fases en seis naciones: Burkina Faso, Haití, Malí, partes de Nigeria (26 estados y el territorio de la capital federal), Somalia y Sudán del Sur.
mkh
