La operación, llevada a cabo en partes de Idlib y Alepo, apunta a las bandas extremistas como Hayat Tahrir Al-Sham (HTS), —liderada por el Frente Al-Nusra (autoproclamado Frente Fath Al-Sham).
Las fuerzas sirias han cosechado grandes logros recuperando el control de varias zonas y la mayor parte de la estratégica autopista M5 que une Damasco (capital) y Alepo; así como han infligido graves pérdidas a las filas de los terroristas.
El Ejército “continuará llevando a cabo sus tareas liberando cada centímetro de territorio sirio del terrorismo”, según dijo el domingo Ali Maihub, portavoz del Ejército sirio.
Las ofensivas del Ejército sirio en Idlib y Alepo se producen en defensa a la soberanía del país árabe ante las constantes violaciones por parte de los terroristas, así como Turquía, de los acuerdos de Astaná, Sochi y Adana.
Según Damasco, Turquía no solo se ha adentrado más de lo acordado en territorio sirio, sino también apoya a los llamados rebeldes sirios y las bandas extremistas que controlan Idlib, bajo el pretexto de garantizar “su seguridad fronteriza” frente a las milicias kurdas.
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