Fuentes locales dijeron el jueves bajo la condición de anonimato a la agencia siria oficial de noticias, SANA, que un convoy estadounidense, compuesto por varios tipos de municiones, equipamientos militares y logísticos, fue enviado a la región siria de Al-Jazirah a través del cruce fronterizo de Semalka, un pontón militar temporal para atravesar el río Tigris hasta las posiciones de las milicias kurdo-sirias en las provincias de Deir Ezzor (este), Al-Hasaka y Al-Raqa (estas últimas en el noreste de Siria).
Las fuentes también añadieron que los camiones fueron observados el jueves mientras pasaban por la ciudad de Al-Qamishli (noreste).
Aparentemente, los camiones provenían de la ciudad de Al-Malikiyah, que se encuentra a unos 20 kilómetros al oeste del río Tigris, y se dirigían hacia la parte noroeste de Al-Hasaka, donde los militares de las FDS operan activamente.
El 26 de septiembre, un convoy estadounidense cargado de municiones, vehículos blindados y un equipo militar pesado ingresó a Siria desde el norte de Irak a través del cruce fronterizo de Semalka para reforzar las FDS en Al-Jazirah.
Las fuentes locales también subrayaron que la llamada coalición anti-EIIL, liderada por Washington, había llevado a cabo una operación en la ciudad de Al-Markadeh (en el sur de Al-Hasaka), y arrestaron a un terrorista de EIIL (Daesh, en árabe) de alto rango, pero fue liberado más tarde a cambio de dinero.
SANA informó el 22 de septiembre que los combatientes de las FDS habían recibido 175 camiones cargados de armas y municiones enviadas por EE.UU., independientemente de la condena por parte de Damasco que acusa a las FDS de llevar a cabo acciones criminales y represivas.
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Desde marzo, el Ejército estadounidense ha enviado más de 3000 camiones de equipos militares a Al-Hasaka a través de cruces ilegales para apoyar militar, técnica y logísticamente a los kurdo-sirios, añade la fuente.
La llamada coalición empezó a armar y a apoyar a los kurdo-sirios en 2014 con el pretexto de luchar contra los terroristas del EIIL.
No obstante, pese a la derrota de dicha banda takfirí en Siria, Washington aún sigue equipando a las milicias kurdo-sirias, que, de hecho, atacan tanto a los civiles como las posiciones del Gobierno sirio. El presupuesto de defensa estadounidense de 2020 incluye fondos para enviar más ayuda a dichos grupos.
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