“El viernes pasado, tres asesores militares de Arabia Saudí viajaron a Ayn Al-Arab (también conocido como Kobani)”, informó el martes la agencia turca de noticias Anadolu, citando a su corresponsal en Al-Hasaka, ubicada en el noreste de Siria.
Además, recalcó que los representantes árabes se reunieron en una base estadounidense con los integrantes de las Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo), consideradas por Ankara una rama siria del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo).
Dicha visita tenía como el objetivo “formar una fuerza árabe”, que luchará junto a los kurdos YPG, parte de la denominada Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), apoyada por Estados Unidos, comunicó Anadolu.
El viernes pasado, tres asesores militares de Arabia Saudí viajaron a Ayn Al-Arab (también conocido como Kobani)”, para dialogar con los kurdos sirios sobre la creación de una fuerza árabe, informó la agencia turca de noticias Anadolu.
El referido informe salió a la luz pocos días después de que una fuente de la FDS revelara que la monarquía árabe planea desplegar mercenarios en el extremo este de Siria, región fronteriza con Irak, y que pagará unos 200 dólares al mes a cada uno de esos combatientes.
De igual modo, recordó que el régimen de los Al Saud respondió así a la llamada de Washington a sus aliados en Oriente Medio para una millonaria contribución monetaria y la creación de un ‘ejército árabe’ en Siria, de forma que el contingente norteamericano desplegado en el noreste de Siria pueda abandonar la zona.
Solo, Riad se ha mostrado a favor de la propuesta de la Casa Blanca, mientras los demás —Emiratos Árabes Unidos (EAU), Catar y Egipto— han rechazado el plan, el cual Damasco supone una violación de su soberanía y que su objetivo ulterior es prolongar la crisis que sufre el país árabe.
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