Durante una entrevista concedida este domingo a la agencia rusa de noticias TASS, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha afirmado que Moscú ha observado que Teherán responde a las provocaciones reiteradas de Occidente no escalando las tensiones, sino poniendo énfasis en la diplomacia y las negociaciones.
“Nos gustaría señalar que los iraníes han estado ejerciendo la máxima moderación y serenidad, respondiendo a todas las provocaciones y al chantaje por parte de Occidente, al reafirmar su compromiso con el diálogo y con la resolución de las diferencias pendientes por medios políticos”, ha declarado.
Además, ha condenado firmemente el “acto directo de agresión” israelí contra Irán junto con Estados Unidos de junio pasado que “tuvo como objetivo instalaciones relacionadas con el programa nuclear iraní mediante ataques con misiles y bombas, a pesar de que dichas instalaciones cuentan con las garantías del AIEA [la Agencia Internacional de Energía Atómica]”.
“[Tales acciones ] están completamente en desacuerdo con las normas internacionales y los imperativos morales reconocidos universalmente”, ha subrayado Lavrov.
El pasado 13 de junio, Israel inició una agresión de 12 días contra Irán, atacando instalaciones militares, nucleares y civiles en Teherán y otras ciudades, lo que dejó casi 1100 muertos. A los ataques israelíes se unió una semana después Estados Unidos, bombardeando tres sitios nucleares iraníes (Fordo, Natanz e Isfahán), protegidos por la AIEA, en clara violación de la Carta de las Naciones Unidas y el Tratado de No Proliferación (TNP) nuclear.
Pese a la agresión, Irán, para mostrar su buena fe, alcanzó un acuerdo con la Agencia en El Cairo (Egipto) a principios de septiembre que le permitía a la AIEA restablecer la supervisión plena. Sin embargo, el acuerdo quedó suspendido en respuesta a la aprobación de una resolución política por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) a finales de septiembre que restableció las sanciones de la ONU a Irán, después de que los tres países europeos, Reino Unido, Francia y Alemania, activaron el mecanismo de reimposición automática de sanciones (snapback), acusando al país de “incumplir” su parte del acuerdo nuclear de 2015.
La República Islámica de Irán, no obstante, ha dicho una y otra vez estar dispuesta a colaborar en pleno con la AIEA si se garanticen la seguridad de sus instalaciones nucleares.
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