Tal y como reza un comunicado emitido el miércoles por el Ministerio ruso de Defensa, el mando naval ha comenzado los trabajos experimentales de desarrollo de varias aeronaves que “romperán” sus propias capacidades, entre ellas, aviones no tripulados (dron).
El proyecto, ya aprobado, plantea el desarrollo, la producción en masa y la “modernización profunda” de varios tipos de helicópteros Kamov hasta el año 2025.
También se incorporarán a la Armada los modernizados cazadores de submarinos Kamov Ka-27PL, de los cuales casi doscientos ya están en servicio, según recoge la cadena rusa RT.
La Defensa rusa espera que los helicópteros y su arsenal modernizado, junto con las nuevas corbetas, fragatas y patrulleras con capacidades para desplegar aeronaves en su cubierta, eleven de manera considerable la eficacia de las misiones navales.
Esta Cartera rusa, en su sitio Web, detalla que en 2018 comenzarán los trabajos de desarrollo de un nuevo sistema de paracaídas, el D-14, que hará más seguro el salto y aumentará la maniobrabilidad durante el descenso y el aterrizaje. El primer lote de estos aparatos será destinado a las Tropas Aerotransportadas.
La campaña militar rusa contra el terrorismo en el este del Mediterráneo, llevada a cabo por una escuadra naval, encabezada por el portaviones almirante Kuznetsov, desde octubre del 2016 hasta el febrero del 2017, demostró la necesidad de desarrollar y modernizar los aparatos aéreos.
En el marco de los esfuerzos de Rusia para mejorar la capacidad de su Armada, el viceministro ruso de Defensa, Yuri Borisov, dio a conocer la semana pasada que Moscú pretende actualizar sus fuerzas submarinas y equipar sus sumergibles nucleares Proyecto 949A Antey (Oscar II) con sistemas de misiles de crucero Kalibr.
Este anuncio llegó después de que el titular de Defensa, Serguei Shoigu, informara de que Rusia está ampliando aceleradamente su flota de apoyo militar para incluir más barcos de largo alcance y mejorar su capacidad para mover equipos a lugares distantes.
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