• El representante permanente de Irán ante la ONU, Said Iravani.
Publicada: martes, 30 de diciembre de 2025 22:13

Irán ha presentado una protesta formal ante la ONU por las amenazas del presidente estadounidense sobre la posibilidad de una nueva acción militar contra el país.

En una carta dirigida este martes al secretario general de la ONU y al presidente del Consejo de Seguridad, el embajador y representante permanente de Irán ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Amir Said Iravani, ha expresado su objeción a las declaraciones realizadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante una reunión con el primer ministro del régimen de Israel, Benjamín Netanyahu, el 29 de diciembre de 2025.

Al describir sus declaraciones como “provocadoras” que implican explícitamente amenazas de uso de la fuerza contra Irán, Iravani ha subrayado que tales manifestaciones constituyen una “violación clara y flagrante de la Carta de las Naciones Unidas, en particular del Artículo 2(4) que prohíbe expresamente las amenazas o el uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de los Estados”.

Esas declaraciones se producen después de la reunión entre Netanyahu y Trump en Estados Unidos, en la que se abordó la posibilidad de una nueva acción militar contra Irán. Durante ese encuentro, Netanyahu expresó su preocupación por un eventual intento de Irán de reconstruir sus capacidades nucleares y su programa de misiles tras la agresión de junio, mientras que Trump advirtió que actuaría con rapidez si Teherán avanzaba en esa dirección.

En este contexto, Iravani ha señalado el “registro de agresiones conjuntas injustificadas e ilegales por parte de Estados Unidos y el régimen israelí contra la República Islámica de Irán entre el 13 y el 24 de junio de 2025”, afirmando que este antecedente hace aún más necesario rechazar y condenar de manera firme las recientes amenazas emitidas por el presidente de EE.UU.

 

“Estas declaraciones no tienen un carácter meramente retórico, sino que constituyen una amenaza nueva y explícita de persistir en un patrón de conducta ilícita, basado en una intención que dará lugar a la responsabilidad internacional de los Estados Unidos de América”, ha asegurado.

Además, ha recordado que el 6 de noviembre de 2025, Trump reconoció públicamente la responsabilidad y la participación directa en la agresión de junio de 2025, una operación que incluyó ataques deliberados contra civiles, infraestructuras críticas y las instalaciones nucleares pacíficas de Irán, las cuales están sujetas a salvaguardias integrales conforme al Tratado de No Proliferación (TNP) Nuclear.

“Tal reconocimiento implica la responsabilidad penal individual del presidente de los Estados Unidos y de otros funcionarios estadounidenses involucrados en la comisión de violaciones graves del derecho internacional humanitario, incluidos los crímenes de agresión”, ha enfatizado.

Al criticar la postura de Trump junto al primer ministro israelí, Iravani ha calificado dicha posición de “hipócrita”, señalando que Netanyahu es considerado “un criminal de guerra buscado internacionalmente”.

Iravani ha criticado que, junto a Netanyahu, el presidente de EE.UU. intentó amenazar a Irán y negar sus derechos, incluidos los del TNP y su legítimo derecho soberano a la defensa.

Al declarar que es sumamente “lamentable” que un Estado armado con armas nucleares, que además actúa como depositario del TNP, emita amenazas tan explícitas, Iravani ha apuntado que EE.UU. tiene un “largo y constante historial de violaciones graves de sus obligaciones en virtud del tratado”, incluidos ataques contra las instalaciones nucleares pacíficas de un Estado no poseedor de armas nucleares.

Agregó que Washington continúa brindando “apoyo incondicional” y cooperando estrechamente con el régimen israelí —el único poseedor de armas nucleares en Asia Occidental—, el cual ha amenazado en repetidas ocasiones a otros países de la región con armas de destrucción masiva.

“Esta situación refleja un doble rasero persistente y flagrante que socava gravemente la seguridad regional e internacional y constituye un ataque directo a la integridad del régimen global de no proliferación”, ha declarado.

El representante iraní también ha criticado la continua inacción y parálisis del Consejo de Seguridad de la ONU ante amenazas tan explícitas y actos de agresión de EE.UU. e Israel, advirtiendo que tal medida ha consolidado un clima peligroso de impunidad.

Además, ha sostenido que esta falta de actuación ha envalentonado a Estados Unidos y al régimen israelí —que actúan con pleno respaldo político, militar y diplomático de Washington— para persistir en su conducta ilícita, constituyendo así una amenaza grave y directa para la “paz y la seguridad regional e internacional”.

Iravani ha instado al Consejo de Seguridad, y en particular a sus miembros responsables, que primero, condenen de manera “clara y categórica” la amenaza explícita de uso de la fuerza contra Irán por parte de EE.UU., considerándola una “grave violación de los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas”; segundo, exigir que EE.UU. cumpla de inmediato con sus obligaciones bajo la Carta y el derecho internacional, y ponga fin a todas las amenazas o recurrencias al uso de la fuerza; y tercero, actuar de manera decidida y sin dobles raseros para evitar una mayor escalada derivada de la impunidad persistente y el flagrante desprecio por el derecho internacional.

Además, ha advertido que la falta de actuación del Consejo de Seguridad “no solo socavaría aún más la paz y la seguridad internacionales”, sino que también dañaría gravemente la “credibilidad, autoridad y legitimidad” del propio Consejo como órgano encargado de la responsabilidad primaria de mantener la paz y seguridad globales.

“La República Islámica de Irán condena de manera categórica estas amenazas imprudentes y reitera su derecho inherente e inalienable a la legítima defensa, conforme al Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, frente a cualquier ataque armado o acto de agresión. Irán ejercerá este derecho de manera firme y proporcionada en caso de que su soberanía, integridad territorial, pueblo o intereses nacionales vitales se vean amenazados por nuevas acciones agresivas”, ha zanjado.

La guerra de 12 días estalló el 13 de junio cuando Israel atacó instalaciones militares, nucleares y civiles en Teherán y otras ciudades, dejando alrededor de 1.100 muertos, entre ellos varios altos mandos militares y destacados científicos nucleares iraníes. A los ataques israelíes se unió, una semana después, Estados Unidos, que bombardeó tres sitios nucleares clave.

Irán respondió a la agresión lanzando cientos de misiles balísticos y drones contra objetivos estratégicos israelíes en los territorios ocupados, en el marco de la operación “Verdadera Promesa III”, así como contra la base aérea de Al-Udeid en Catar, la mayor instalación militar estadounidense en Asia Occidental.

El 24 de junio, mediante estas operaciones exitosas contra Israel y Estados Unidos, Irán logró detener el asalto ilegal e imponer un alto el fuego a los agresores.

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