En declaraciones durante la ceremonia de convalidación de su cargo, por el Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, Raisi ha asegurado este martes que tomará las medidas necesarias para solventar los problemas económicos del país persa, objeto de duras sanciones de Estados Unidos.
“Ciertamente buscaremos el levantamiento de las sanciones opresivas”, ha subrayado para luego añadir que, sin embargo, Teherán no condicionará el mejoramiento de la situación económica del pueblo “a la voluntad de los extranjeros”.
Conforme a Raisi, el déficit presupuestario, la inflación y la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, se encuentran entre los problemas urgentes que enfrentará su gobierno.
Epopeya del 18 de junio, una manifestación de la democracia en Irán
En otra parte de su discurso, el nuevo jefe del Ejecutivo iraní ha considerado “una epopeya” la masiva participación del pueblo persa en las elecciones del 18 de junio, de las que salió ganador al obtener más de 18 millones o el 62 % de los votos.
Al mismo tiempo, Raisi ha elogiado dichos comicios como “una manifestación de la democracia religiosa” en Irán y ha señalado que el mensaje del pueblo en las elecciones presidenciales fue la “lucha contra la corrupción”.
De hecho, ha proseguido, la gente pidió un cambio en la situación actual con su participación en las elecciones pese a los intentos de los enemigos para socavar estos comicios.
“Debemos apreciar y agradecer a todos los sectores de la nación, dialectos y religiones, especialmente a las élites y al Líder de la Revolución Islámica y a quienes invitaron al pueblo a participar en las elecciones”, ha agregado.
La ceremonia de convalidación de Raisi se ha llevado a cabo en la husainía de Yamaran del Imam Jomeini (que descanse en paz) en pleno cumplimiento de los protocolos y la presencia de altos funcionarios estatales y militares del país.
Está previsto que Raisi preste el jueves 5 de agosto juramento en una ceremonia de inauguración en el Parlamento iraní. Al menos 115 responsables de alto rango de 73 países han confirmado su participación en la toma de posesión del nuevo mandatario persa.
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