“La relación entre países independientes, como Irán y China, tiene muchos enemigos. Estados Unidos, que ha practicado sus políticas de máxima presión para limitar a Irán, se da cuenta que tal cooperación, especialmente en la esfera económica, le costará muy caro”, así lo ha indicado este viernes el portavoz de la Cancillería persa, Seyed Abás Musavi.
El funcionario, además, he rechazado algunas “especulaciones y unos rumores falsos” planteados recientemente acerca de la hoja de ruta de cooperación estratégica de 25 años entre Irán y China, y los ha considerado parte de las conspiraciones extranjeras para socavar los nexos entre ambos países asiáticos.
“Al ver fracasadas sus políticas, están haciendo propagandas y mintiendo sobre estas colaboraciones para disuadirnos de seguir avanzando ante la presión de la opinión pública”, ha sostenido el vocero persa.
Según Musavi, para la República Islámica es de suma importancia mantener una “relación a largo plazo” con China y este acuerdo integral de 25 años “muestra que los lazos de Teherán con Pekín no son temporales”.
El Gabinete iraní aprobó a principios de junio el borrador final de una hoja de ruta de 25 años para las relaciones estratégicas Teherán-Pekín. Este proyecto debe ser aprobado por los miembros del Parlamento persa, luego se convertirá en ley y se hará cumplir.
De concretarse el acuerdo, China invierta alrededor de 400 mil millones de dólares en los sectores de energía e infraestructura de Irán durante los próximos 25 años. A cambio, Teherán garantizará el suministro permanente de productos energéticos clave para la parte china. La hoja de ruta también incluye algunos términos específicos sobre la expansión de la seguridad y la cooperación militar entre los dos países.
Teherán y Pekín mantienen cooperaciones en los ámbitos económico, comercial y energético, en el marco del derecho internacional y en función del respeto y los intereses mutuos. El Gobierno chino ha ratificado en varias ocasiones su apoyo a la República Islámica ante las sanciones unilaterales de EE.UU., y aseverado que continuará su comercio con Irán, pese a las presiones de Washington y sus aliados.
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