En declaraciones formuladas en una conferencia con la prensa extranjera en el Palacio de Gobierno, Kuczynski dejó en claro que esa situación se debe a que varios proyectos de la constructora brasileña Odebrecht, investigada por pago de sobornos, serán vendidos o licitados nuevamente.
“Estamos tratando de implementar una lucha bastante drástica anticorrupción sin parar los grandes proyectos, pero es muy difícil hacer porque el más grande de todos se paró. Nos puede costar medio punto (del PIB) algo así, pero no me puedo aventurar”, aseguró.
Estamos tratando de implementar una lucha bastante drástica anticorrupción sin parar los grandes proyectos, pero es muy difícil hacer porque el más grande de todos se paró. Nos puede costar medio punto (del PIB) algo así, pero no me puedo aventurar”, asegura el presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski.
Conforme a documentos del Tribunal del Distrito Occidental de Nueva York publicados el 21 de diciembre de 2016 por el Departamento de Justicia de EE.UU., Odebrecht pagó alrededor de 788 millones de dólares en sobornos en 12 países de Latinoamérica y África.
Concretamente en Perú, pagó 29 millones de dólares en sobornos a funcionarios entre 2005 y 2014, años que comprenden los Gobiernos de Alejandro Toledo (2001-2006), Alan García (2006-2011) y Ollanta Humala (2011-2016).
En Perú rige una ley que impide que empresas que vinculadas con casos de corrupción continúen contratando con el Estado. Por eso, la constructora Odebrecht está preparando una salida ordenada de sus proyectos públicos en Perú. Esto, también después de que Kuczynski afirmara en enero que la mencionada compañía "debe irse del país".
En la conferencia del jueves, Kuczynski anunció además medidas para reavivar la economía de su país, entre ellas planes para generar empleos, estimular la inversión minera, fomentar la construcción de infraestructuras y contrarrestar el efecto negativo de la corrupción en el clima económico.
“Lo único que queremos es reservar una parte de estos recursos (de las ventas de Odebrecht) en el caso de que al final haya una multa o recompensa para el Estado. Yo creo que el tema está tan cargado, que decir ‘sigan nomás (operando en el Perú)’ es completamente imposible”, sostuvo a este respecto.
Esta parte de sus declaraciones se enmarca en el paquete reactivador anunciado el mismo jueves por el Gobierno peruano que contempla inyectar unos 1600 millones de dólares en la economía para infraestructura.
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