Hay quienes aseguran que las muestras de descontento en distintos países de la región latinoamericana, como los casos recientes de Ecuador o Chile, responden a pueblos ansiosos de tener mayor incidencia en sus políticas internas, y defender su existencia frente al desequilibrio que observan desde el modelo neoliberal.
En ese sentido, distintas organizaciones populares que actualmente intentan evitar un paquete de reformas constitucionales en Panamá, han organizado plantones en distintas embajadas sudamericanas como muestra de solidaridad hacia los luchadores sociales del continente.
Símbolos como la Wiphala —bandera del Estado Plurinacional boliviano— o consignas en contra del racismo en América Latina también se han hecho presentes en recientes manifestaciones dentro del país centroamericano.
Estos parches en los ojos son un homenaje a los cientos de jóvenes chilenos que han sido víctimas de la represión en las calles. Una referencia de lucha que coloca a su país como modelo de la movilización social.
Para estos manifestantes, las muestras de resistencia en América Latina durante las últimas semanas responden al fastidio popular de quienes viven en la que, a pesar de su abundancia de recursos, continúa siendo la región más desigual del planeta, tras una historia plagada de imposiciones e injerencia.
John Alonso, Ciudad de Panamá.
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