El Movimiento de Resistencia Islámica del Líbano (Hezbolá) llevó a cabo el domingo un complejo ataque con misiles y drones contra una base de la brigada Golani, situada en la ciudad de Binyamina, el sur de Haifa, en el norte de la Palestina ocupada. La operación sorpresa dejó cuatro muertos y alrededor de 70 heridos en las filas sionistas
Al respecto, el jefe del estado mayor del ejército israelí, el teniente general Herzi Halevi, ha calificado de “grave” y “doloroso” el ataque de los combatientes de Hezbolá contra esta base militar.
“Estamos en guerra y un ataque contra una base de entrenamiento en la retaguardia es algo grave y con resultados dolorosos”, ha enfatizado.
Asimismo, ha considerado que estimar el grado de destrucción del ataque de Hezbolá es difícil y ha dicho que de momento realizan una investigación para determinarlo.
Halevi ha indicado que entre los heridos hay siete soldados que se encuentran en estado grave y es posible que aumente el número de muertos en las próximas horas.
El periódico israelí Haarezt dio a conocer que el ejército sionista está investigando por qué las alarmas antiaéreas no sonaron y por qué falló el sistema antiaéreo israelí en la intercepción de los drones de Hezbolá, que efectivamente impactaron en la base.
A la vez, el periódico israelí Maariv ha considerado como una tragedia y un suceso difícil, preocupante y desafiante el ataque de Hezbolá contra la base sionista.
Además, Hezbolá aseguró que el ataque era sólo un anticipo de lo que Israel podría enfrentar si continuaba su ofensiva en el Líbano.
El ataque de Hezbolá llega mientras Israel mantiene su ofensiva contra Líbano desde el año pasado e intensificada a fines de septiembre. El Gobierno del Líbano afirma que más de 2100 personas han muerto y otras 10 000 han resultado heridas en más de un año de combates, principalmente durante la escalada de las últimas semanas.
En respuesta a estas agresiones, la Resistencia libanesa ha lanzado numerosos ataques contra bases israelíes.
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