Un día después de la dimisión del primer ministro de El Líbano, Saad Hariri, desde Arabia Saudí, tanto el Ejército como la Seguridad General libanesa negaron intentos de asesinato contra su persona tal y como éste alegó. El secretario general del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), Seyed Hasan Nasrolá, criticó la falta de responsabilidad nacional de Hariri.
El Líbano ha amanecido en una tormenta de reflexiones y críticas por la dimisión de su primer ministro. Un seísmo que deja al país en una peligrosa situación de vacío político. Muchos señalan que se trata de un movimiento conjunto de Arabia Saudí, EE.UU. y el régimen de Israel contra la resistencia libanesa Hezbolá.
El presidente libanés, Michel Aoun, ha declarado que no aceptará ninguna dimisión que no se haga desde El Líbano y llama a la unidad nacional.
Se divisan nubes negras en el horizonte, algunos incluso lo vaticinaron antes de la dimisión de Hariri. Pero en líneas generales lo que desea la ciudadanía libanesa es que todo pase con tranquilidad y se retorne a la agenda política nacional.
Isabel Pérez, Beirut.
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