El premier iraquí y el presidente del Banco Central de Irán (BCI), Abdolnaser Hemati, y la delegación acompañante discutieron el miércoles en Bagdad (capital iraquí) “la cooperación conjunta entre los dos países y las formas de desarrollar las relaciones bilaterales en varios niveles y campos, especialmente en los campos económico y financiero”.
“Irak estará al lado de Irán en sus momentos difíciles, tal y como Irán brindó su apoyo a Irak y estuvo a su lado en sus momentos difíciles”, aseveró Al-Kazemi.
El primer ministro iraquí expresó su esperanza de que se levanten rápidamente las sanciones impuestas a Irán y que las condiciones devuelvan a su naturaleza anterior. Además, agregó que había mantenido varias reuniones con los funcionarios relevantes iraquíes para resolver los problemas financieros y del pago que enfrenta Teherán en su comercio con Bagdad.
Señaló el deseo de Irak de beneficiarse de las experiencias exitosas de Irán al enfrentar desafíos, y subrayó la necesidad de reanudar los intercambios comerciales que se han reducido entre los dos países debido al nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.
Por su parte, el jefe del Banco Central de Irán catalogó como “constructivas” sus conversaciones con las autoridades iraquíes e informó de que ambas partes han alcanzado “buenos acuerdos” sobre el desarrollo de las cooperaciones.
Irán e Irak mantienen ahora lazos amistosos pese a los esfuerzos de EE.UU. para que Bagdad rompa toda relación bilateral con Teherán.
Ambos países tienen una excelente cooperación en la lucha antiterrorista. En reiteradas ocasiones, las altas autoridades políticas y religiosas de Irak han destacado que el papel de Irán en la lucha contra la banda terrorista EIIL (Daesh, en árabe) “impidió la caída de Bagdad”.
Los comentarios de Al-Kazemi se producen en un momento en que Estados Unidos aplica una fuerte presión sobre Teherán a través de una serie de sanciones.
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