“Un hombre palestino murió por fuego israelí en la aldea de Deir Jarir”, ha anunciado este domingo el Ministerio de Salud palestino.
La Media Luna Roja Palestina había reportado poco antes el traslado a un hospital de un hombre con una herida de bala en el pecho. Medios palestinos han identificado a la víctima como Baraa Jairi Ali Maali, de 20 años, aunque las autoridades aún no han confirmado oficialmente estos datos.
Testigos han relatado que colonos israelíes atacaron viviendas en las afueras de la aldea cuando llegaron soldados que abrieron fuego para proteger a los colonos, según reporta la agencia palestina Wafa.
Los ataques de colonos en Cisjordania, frecuentemente respaldados por el ejército israelí, se intensificaron en octubre, coincidiendo con la temporada de cosecha de aceitunas y el inicio del alto el fuego en Gaza.
Incendios de propiedades palestinas, tala de olivos, agresiones a activistas y palizas a civiles palestinos alcanzaron cifras récord desde 2006, año en que la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) comenzó a registrar estos incidentes.
La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) reportó más de 500 incidentes solo durante ese mes, mientras que la OCHA documentó 264 ataques, superando cualquier registro histórico previo.
Desde el 7 de octubre de 2023, más de 1000 palestinos han muerto en Cisjordania, incluyendo un número indeterminado de milicianos. Entre las víctimas se cuentan más de 200 menores y alrededor de veinte mujeres, según la OCHA. Al menos 21 de estas muertes fueron causadas por colonos, ninguno de los cuales ha sido condenado, incluso en casos grabados en vídeo.
“La situación en Cisjordania se deteriora día a día y solo empeorará, porque no existe ningún mecanismo interno ni externo que frene a Israel ni detenga su continua política de limpieza étnica”, ha denunciado Yuli Novak, directora de la ONG israelí B’Tselem, en un comunicado emitido este domingo.
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