La Zona Verde de Bagdad, una región fuertemente protegida y donde se encuentra la representación diplomática de EE.UU., volvió a ser, la noche del miércoles, objeto de un ataque con un cohete, que, según algunas fuentes, era de tipo Katiusha.
Nada más producirse el ataque, en la misión estadounidense comenzaron a sonar todas las alarmas. Hasta el momento, no hay informes de posibles víctimas o daños materiales.
Este último suceso se produce semanas después de que un asalto de similares características, llevado a cabo con cohetes Katiusha, causara daños parciales en el edificio de la embajada de EE.UU.
De hecho, el sentimiento antiestadounidense se ha incrementado en Irak después de que Washington asesinara, el 3 de enero, al comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el teniente general Qasem Soleimani, y al subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis, en un ataque aéreo en Bagdad.
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