Un grupo de derechos humanos con sede en Ginebra insta a una investigación sobre el posible uso por parte de Israel de armas térmicas prohibidas en su campaña de guerra en Gaza, que podrían evaporar o derretir los cuerpos de las víctimas.
El Observatorio Euro-Mediterráneo de Derechos Humanos (Euro-Med), dijo en un informe el martes que los testimonios recibidos por el grupo de derechos humanos muestran que los cuerpos de las víctimas parecen haberse evaporado o derretido como resultado del bombardeo israelí de viviendas residenciales en la Franja de Gaza.
“Se debe establecer un comité internacional de expertos para investigar las armas que Israel ha estado usando como parte de su genocidio en la Franja de Gaza, en curso desde el 7 de octubre de 2023, incluido el uso potencial de bombas que producen un calor tan alto que los cuerpos de las víctimas se evaporan”, reitera el informe.
Según el Euro-Med, miles de cadáveres en Gaza siguen desaparecidos y ya no existen, pudiendo haberse convertido en cenizas, lo que plantea dudas sobre el tipo de bombas utilizadas en los ataques.
El informe añade que el número de muertos sorprendentemente alto en Gaza hace temer el posible uso de armas térmicas, o las conocidas como bombas de vacío, conocidas en los círculos militares por su eficacia para demoler cuevas y túneles subterráneos, complejos.
La Defensa Civil de Gaza también ha señalado en varias declaraciones la disolución de los cadáveres de las víctimas y su conversión en cenizas.
Asimismo, el Euro-Med ha destacado que los Convenios de La Haya de 1899 y 1907, los Convenios de Ginebra de 1949 y el derecho internacional humanitario prohíben el uso de bombas térmicas contra civiles en zonas civiles pobladas.
El Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (CPI) también clasifica el uso de bombas térmicas como crimen de guerra.
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