Según Planet Labs PBC, el ejército israelí ocupa cinco posiciones estratégicas a lo largo de la Línea Azul, la frontera de facto entre el Líbano y los territorios ocupados por Israel. Estas posiciones están rodeadas por fortificaciones de tierra y conectadas por carreteras de acceso ensanchadas, según recogen este miércoles los medios.
Los puestos avanzados, que abarcan entre una y dos hectáreas cada uno, incluyen secciones para edificios temporales y vehículos militares, según un análisis de AFP, que indica que las carreteras de acceso a estas posiciones también se han ampliado significativamente para facilitar el movimiento de vehículos.
La instalación más occidental, en la zona de Labbouneh, se encuentra a solo 150 metros de una estación de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, mientras que la más oriental, en la colina de Hamames, se encuentra a aproximadamente 1,5 kilómetros dentro del territorio libanés, lo que viola la soberanía libanesa y el alto el fuego firmado hace un año con el movimiento de Resistencia libanés Hezbolá.
El análisis también muestra la destrucción casi total de edificios en aldeas cercanas a los puestos avanzados debido a la demolición sistemática de infraestructuras por parte de Israel.
Al mantener el control sobre las aldeas del sur del Líbano, Israel continúa violando el alto el fuego firmado el 27 de noviembre de 2024, que exigía la retirada total de sus fuerzas en un plazo de 60 días, e impide el retorno de los desplazados a sus hogares.
Israel afirma que mantiene estas posiciones para garantizar que Hezbolá no lleve a cabo actividades militares en la zona, lo que rechaza tanto el movimiento libanés, como el gobierno de Beirut, que a su vez denuncian que las acciones del régimen buscan impedir el restablecimiento de paz y la seguridad en el sur del Líbano.
Sin embargo, los analistas afirman que estas posiciones fortificadas y las demoliciones reflejan las tácticas de guerra empleadas por Israel en la Franja de Gaza, donde pretende consolidar la ocupación del enclave y desplazar a los palestinos.
Según la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL), las fuerzas del régimen han cometido más de 7500 violaciones aéreas y casi 2500 terrestres en el último año, lo que suma un total de casi 10 000 infracciones del alto el fuego.
El domingo, el régimen atacó una zona residencial cerca de Beirut, capital libanesa, matando a al menos cinco personas, entre ellas un destacado comandante de Hezbolá, Haytham Ali al-Tabatabai, crimen al que la Resistencia libanesa prometió responder.
El Ministerio de Salud libanés anunció el viernes que los ataques israelíes habían dejado al menos 331 muertos y otros 945 heridos desde el inicio de la tregua hasta el 19 de noviembre de 2025.
Por su parte, el relator especial de la ONU sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, Morris Tidball-Binz, calificó los renovados ataques israelíes en el Líbano de “crímenes de guerra” y exigió al régimen retirarse cuanto antes del territorio libanés.
ftm/rba
