Unos 1000 policías albaneses en ejecución de una orden judicial entraron el martes en el campamento Ashraf-3 –que pertenece al grupo terrorista antiraní Muyahidín Jalq (MKO, por sus siglas en inglés)– ubicado a unos 30 kilómetros al noroeste de Tirana, la capital de Albania.
Durante la redada se registraron enfrentamientos entre elementos de la banda y policías, lo que causó la muerte de uno de los terroristas y decenas más resultaron heridos, además de la detención de varios elementos del grupúsculo por la Policía.
En este sentido, los funcionarios judiciales en la cercana ciudad de Durres acusaron a los seis de los terroristas arrestados de varios cargos penales por delitos relacionados con actos violentos y destrucción de vehículos policiales, desobedecer órdenes policiales y judiciales, así como asalto y agresión a policías en servicio oficial, según han recogido este miércoles los medios locales.
Asimismo, la policía y los fiscales continúan investigando las actividades ilegales llevadas a cabo por los miembros de MKO dentro del campamento.
En reacción, el portavoz de la Cancillería de Irán, Naser Kanani, al calificar este grupúsculo como un “peligro” para Albania, ha pedido al Gobierno albanés compensar sus errores cometidos contra la nación iraní al albergar a esta banda terrorista.
Tras su fundación hace más de 50 años, el MKO lanzó una campaña de atentados y asesinatos en Irán. De los casi 17 000 iraníes muertos en atentados terroristas en las últimas cuatro décadas, unos 12 000 han sido víctimas de los actos de terror del grupúsculo.
Actualmente, el MKO tiene su sede en Albania, donde goza de libertad de actividad tras haber sido excluido de la lista de grupos terroristas por la Unión Europea (UE) y Estados Unidos en 2009 y 2012, respectivamente.
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