En una entrevista concedida el viernes al diario británico The Guardian, Vadim Skibitsky, jefe adjunto de la inteligencia militar de Ucrania, admitió que las reservas de municiones de artillería de su país casi han terminado, y avisó que Kiev solo depende ahora de suministros del Occidente en el actual conflicto con Rusia.
“Es una guerra de artillería. Ahora todo depende de lo que el Occidente nos da”, recalcó, agregando que su país casi ha agotado toda su munición [de artillería] y ahora utiliza proyectiles estándar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de calibre 155.
Admitió que sin armas occidentales Kiev no puede hacer frente a las poderosas unidades de artillería rusas. “Ucrania tiene una pieza de artillería frente a 10 o 15 rusas. Nuestros socios occidentales nos han proporcionado un 10 % de lo que tienen”, detalló.
Dijo que las Fuerzas Armadas de Ucrania lanzan diariamente entre 5000 y 6000 proyectiles de artillería, y si se agotan también las armas europeas la cantidad de los cohetes que podrá disparar Kiev será “cada vez menor”.
Reiteró además la exigencia del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, a los aliados de la OTAN sobre la necesidad urgente del país eslavo de recibir sistemas de misiles de largo alcance.
Los aliados occidentales de Ucrania, liderados por Estados Unidos, siguen suministrándole armas, incluso desde antes del inicio de la operación militar rusa en Ucrania, iniciada el 24 de febrero, que tiene como objetivo la “desmilitarización” y la “desnazificación” total de este país europeo.
Zelenski ha admitido que el apoyo del Occidente ‘no es gratis’, pues su país se está endeudando por el apoyo que recibe para enfrentar a Rusia.
Moscú, por su parte, ha advertido en varias ocasiones al Occidente que la asistencia militar a Kiev ahondará aún más la crisis, asegurando que, al enviar material militar a Ucrania, los países occidentales se convierten en parte de este conflicto.
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