A través de un comunicado difundido este viernes poco después de la retirada oficial de Estados Unidos del Tratado INF, la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) ha avisado que responderá “de manera mesurada y responsable” a los “muchos riesgos” que representa para sus aliados el nuevo sistema de misiles 9M729, que Rusia está desarrollando.
“Hemos acordado un paquete de medidas equilibrado, coordinado y defensivo para asegurar que la postura de disuasión y defensa de la OTAN siga siendo creíble y efectiva”, ha señalado la Alianza Atlántica.
La OTAN ha destacado en ocasiones anteriores que el 9M729 (SSC-8, según la clasificación de la Alianza) permite a Moscú lanzar un ataque nuclear en Europa con poca o ninguna notificación. Rusia, a su vez, indica que, puesto que Washington está desarrollando activamente sistemas de misiles de medio alcance, Moscú tiene que prepararse para estas circunstancias.
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Washington reclamó a su vez a Rusia que destruya su nuevo sistema de misiles 9M729, el cual, según EE.UU. y la Alianza Atlántica, infringe el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF, por sus siglas en inglés), una solicitud que rechazó Moscú.
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Hemos acordado un paquete de medidas equilibrado, coordinado y defensivo para asegurar que la postura de disuasión y defensa de la OTAN (Organización del Tratado Atlántico Norte) siga siendo creíble y efectiva”, ha señalado la Alianza Atlántica tras la retirada oficial de Estados Unidos del Tratado INF.
En este sentido, la OTAN ha sostenido en su declaración de hoy que Rusia supone la única responsable de la muerte del mencionado tratado, firmado en 1987 entre EE.UU. y la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) para fundamentalmente garantizar la seguridad mundial durante la última etapa de la Guerra Fría.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, tras responsabilizar a Rusia de la desaparición del Tratado INF, ha resaltado este mismo viernes que la Alianza está preparada para “asegurar una disuasión creíble” al respecto.
Para Stoltenberg, el fin del tratado no implicará el inicio de una carrera armamentística entre las dos partes y a Rusia le interesa evitar dicho escenario peligroso y extremadamente costoso.
Rusia ha criticado con duras palabras a Washington por “ignorar” todas las propuestas “constructivas” de Moscú para salvar el INF. Se teme que Washington decida desplegar misiles con capacidad nuclear en Europa para hacer frente a Rusia tras su decisión de abandonar el pacto. El Kremlin había avisado que, si EE.UU. abandonaba el tratado, los países que alberguen misiles estadounidenses se convertirían en potencial blanco de ataques rusos.
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