Durante su asamblea general el sábado, la Federación Irlandesa de Fútbol (FAI) aprobó por amplia mayoría —74 votos a favor, siete en contra y dos abstenciones— instruir a su junta a presentar una moción formal ante la Unión Europea de Asociaciones de Fútbol (UEFA) para solicitar la suspensión de Israel.
La resolución acusa a la asociación de fútbol de Israel de violar dos estatutos clave de la UEFA: no implementar una política efectiva contra el racismo y permitir que clubes israelíes disputen partidos en territorios palestinos ocupados sin el consentimiento de la Asociación Palestina de Fútbol.
La UEFA había previsto una votación en octubre sobre la suspensión de Israel, en medio de la presión internacional por su ofensiva militar en Gaza, pero la decisión se pospuso tras el alto el fuego del 10 de octubre.
La iniciativa irlandesa se suma a la creciente presión de organizaciones deportivas y expertos internacionales. En septiembre, los presidentes de las federaciones de fútbol de Turquía y Noruega solicitaron públicamente la suspensión de Israel, mientras que en octubre más de 30 especialistas legales internacionales exigieron a la UEFA bloquear la participación de Israel y sus clubes en competiciones europeas.
Asimismo, expertos de la ONU instaron a FIFA y UEFA a actuar, citando un informe de la Comisión de Investigación que acusa a Israel de cometer genocidio en Gaza.
Recientemente, la campaña de boicot y desinversión contra el régimen israelí por su papel en el genocidio ha motivado a exfutbolistas, grupos de apoyo al fútbol y celebridades internacionales a exigir el boicot al equipo de fútbol israelí.
El movimiento #GameOverIsrael, lanzado el 16 de septiembre, busca que países con tradición futbolística, como Reino Unido, Francia, Italia y España, suspendan al equipo israelí.
Asimismo, se espera que se prohíba la participación de clubes israelíes en competiciones continentales y que se impida la incorporación de jugadores israelíes a ligas nacionales.
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