En su homilía navideña, el pontífice ha sorprendido este jueves con un llamamiento poco habitual en este tipo de celebraciones, al centrar la atención en la difícil situación que atraviesan los palestinos en la Franja de Gaza.
León XIV ha recordado el sufrimiento de los habitantes de Gaza, así como el de los desplazados y refugiados en cada continente, y el de miles de personas sin hogar en las ciudades.
“¿Y cómo no pensar en las tiendas de Gaza, expuestas desde hace semanas a la lluvia, al viento y al frío, y en las de tantos otros desplazados y refugiados en cada continente, o en los refugios improvisados de miles de personas sin hogar en nuestras ciudades?”, ha indicado.
En otra parte de su discurso, ha remarcado que “frágil es la carne de las poblaciones indefensas, probadas por tantas guerras en curso o concluidas, dejando escombros y heridas abiertas... Frágiles son las mentes y las vidas de los jóvenes obligados a tomar las armas que, estando en el frente, advierten la insensatez de lo que se les pide y la mentira que impregna los rimbombantes discursos de quienes los envían a morir”.
Ha agregado que “habrá paz cuando nuestros monólogos se interrumpan y, fecundados por la escucha, caigamos de rodillas ante la carne desnuda de los demás”.
Desde su elección como pontífice, el papa León XIV ha adoptado una postura persistente frente a la crisis en la Franja de Gaza, centrada en la preocupación humanitaria y el llamado a la paz.
En varias ocasiones ha solicitado que cese la violencia, que se permita la entrada de ayuda humanitaria esencial y que se respete el derecho internacional para proteger a los civiles, especialmente a niños, ancianos y enfermos.
ght/rba
