“El diálogo ha de ser sobre todo, especialmente sobre el 1 de octubre, la autodeterminación y la soberanía”, ha dicho este domingo Aragonès, también adjunto a la presidencia del partido Izquierda Republicana de Cataluña (ERC, por sus siglas en catalán), en la clausura de la conferencia general de la formación.
El funcionario ha reclamado a Sánchez apertura al diálogo en la reunión que mantendrá el 9 de julio con el presidente del gobierno autonómico, Joaquim ‘Quim’ Torra, para abordar el derecho a la autodeterminación de la región nororiental española y la celebración de un nuevo referéndum de independencia, esta vez pactado.
Aragonès ha respondido en su discurso al llamado hecho la semana pasada por el nuevo presidente del Gobierno español a “pasar la página” del referendo del 1 de octubre del año pasado diciendo que “ni podemos ni queremos olvidarlo”, y ha manifestado la disposición de ERC a dialogar “sin condiciones previas, pero sin renuncias”.
En el mismo sentido, el vicepresidente de la Generalitat ha señalado que, en las reuniones institucionales de las próximas semanas, las autoridades regionales —independentistas— reclamarán la autodeterminación de Cataluña, en contra de lo que esperaba Sánchez.
El diálogo ha de ser sobre todo, especialmente sobre el 1 de octubre, la autodeterminación y la soberanía”, defiende Pere Aragonès, vicepresidente del gobierno autonómico de Cataluña (noreste de España) y adjunto a la presidencia del partido Izquierda Republicana de Cataluña (ERC, por sus siglas en catalán).
La conferencia de ERC ha aprobado por 511 votos a favor, 19 en blanco y 6 en contra el plan del partido para lograr la independencia del resto del país, para lo cual no se descarta “ninguna vía democrática y pacífica”, incluida una declaración unilateral de independencia en caso de no permitir el Gobierno un plebiscito.
El programa político adoptado por ERC es más beligerante que el presentado en un primer momento a los militantes de la formación, que abogaba por “la bilateralidad” para evitar la represión de sus dirigentes, como sucedió con el encarcelamiento o huida del país de los que lideraron el proceso independentista entre septiembre y octubre de 2017. Las protestas de las bases obligaron a rectificar.
En el marco de la mencionada represión, la Justicia española pidió el sábado a las autoridades alemanas la entrega del expresidente destituido del gobierno catalán, Carles Puigdemont, pendiente de extradición en Alemania, después de que el Tribunal Supremo germano avalase su procesamiento, junto con 24 imputados más.
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