“Hemos sido testigos de la falta de profesionalismo de la Agencia (Internacional de Energía Atómica [AIEA]). Este organismo, sin adoptar ninguna postura, no condenó los hechos y actuó de manera muy pasiva; lo que en el verdadero sentido de la palabra, aplicó el doble rasero”, ha fustigado este domingo el presidente de la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI), Mohammad Eslami, a su llegada a Viena (Austria) para participar en la 69.ª Conferencia General de la AIEA.
Eslami ha criticado así la falta de pronunciamiento de la AIEA al ataque israelí-estadounidense contra las instalaciones nucleares de Irán el pasado junio.
Al señalar que la AIEA condenó rápidamente un supuesto ataque ruso a la central nuclear de Zaprozhia (en Ucrania), Eslami ha subrayado que “las instalaciones nucleares de la República Islámica de Irán, que están bajo salvaguardias y fuerte vigilancia, fueron atacadas militarmente, pero (la Agencia) no tomó ninguna posición”.
“Esta cuestión puede considerarse un ejemplo de un mensaje claro y una señal muy evidente de que se está aplicando un doble rasero a esta cuestión”, ha enfatizado.
Al señalar que ha preparado y propuesto una resolución que figura en el orden del día de la Conferencia General, ha considerado importante plantear una ley que “prohíba los ataques militares a las instalaciones nucleares” y ha agregado que, en caso de que esta resolución no se apruebe, quedará demostrado que la Carta de las Naciones Unidas “ha sido literalmente dañada”.
“La reciente invasión de suelo iraní no sólo afectó a la industria nuclear, sino también a la Carta de las Naciones Unidas”, ha subrayado el jefe nuclear iraní.
Además, ha afirmado que los países alineados con Irán han aceptado esta resolución, lo que el país persa ve como “un paso positivo”, ha dicho.
“Si esta resolución se incluye en la agenda y su proceso se lleva a cabo hasta el final, incluso si ni siquiera se somete a votación, seguirá considerándose para nosotros como una acción positiva”, ha declarado.
El régimen de Israel lanzó el 13 de junio un ataque sin motivo contra Irán, asesinando a 1069 personas, entre ellas altos mandos militares, científicos nucleares y civiles. Menos de diez días después, Estados Unidos entró oficialmente en la guerra bombardeando tres instalaciones nucleares con fines pacíficos, protegidas por la AIEA, en clara violación de la Carta de las Naciones Unidas y el Tratado de No Proliferación (TNP) Nuclear.
Irán respondió la agresión con fuerza lanzando cientos de misiles balísticos y drones contra objetivos estratégicos israelíes en los territorios ocupados en el marco de la operación sin precedentes ‘Verdadera Promesa III’, y un ataque de represalia contra la mayor base estadounidense en la región, lo que logró detener el asalto ilegal e imponer un alto el fuego a los agresores el 24 de junio.
arz/ncl/tmv