Así lo ha aseverado este martes el analista internacional Iñaki Gil de San Vicente en una entrevista concedida a la cadena HispanTV, después de que Irán informase de la instalación de nuevas centrifugadoras en sus plantas nucleares de Natanz y Fordo ―ambas en el centro del país―.
De hecho, el representante permanente de Irán ante las organizaciones internacionales asentadas en Viena (Austria), Kazem Qaribabadi, ha anunciado esta misma jornada que dos cascadas de 348 centrifugadoras IR2m están funcionando con éxito en Natanz, mientras se ha iniciado la instalación de dos cascadas de centrifugadoras IR6 en Fordo, ha agregado.
Es una medida que se ha adoptado “para mantener la independencia nacional de Irán”, ha opinado Gil de San Vicente, agregando que Teherán “sabe que tiene que mantener su independencia”.
Por otro lado, el entrevistado ha hecho referencia a las sanciones que recaen sobre Irán y ha enfatizado que la República Islámica “tiene que mantener también sus recursos energéticos frente al cerco económico y sanitario” del que es blanco.
El experto ha destacado, además, el hecho de que “Irán no ha prohibido que las instituciones internacionales vayan a observar” sus actividades nucleares y que, simplemente, ha dicho que defenderá la seguridad nacional y que se reserva cualquier derecho al respecto.
La instalación de nuevas centrifugadoras en las citadas plantas nucleares iraníes sigue las directrices aprobadas en la ley denominada “Acción Estratégica para Levantar las Sanciones” de EE.UU. contra Irán, aprobada en noviembre de 2020 por el Parlamento iraní.
La normativa obliga a la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI) a producir y almacenar anualmente al menos 120 kg de uranio enriquecido al 20 % en la planta nuclear de Fordo e incrementar en al menos 500 kg al mes la capacidad de enriquecimiento y la producción de uranio enriquecido a un nivel adecuado, todo lo cual será utilizado con fines pacíficos por Irán.
La República Islámica empezó a reducir sus compromisos con el acuerdo nuclear tras la retirada, en mayo de 2018, de EE.UU. del pacto, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés), así como por la inacción de los firmantes europeos del convenio ―el Reino Unido, Francia y Alemania― para garantizar los intereses del país persa.
Efectivamente, se interrumpió el equilibrio entre los compromisos de beneficio común del pacto nuclear tras la retirada de Washington.
Irán asegura que continuará haciendo un uso pacífico de la energía nuclear, en el marco de los términos del acuerdo con la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), y que no le importa que EE.UU. vuelva al pacto nuclear.
Fuente: HispanTV Noticias
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