“Los enemigos no quieren que Irán tenga presencia en la industria nuclear, pero, a pesar de todas las hostilidades, nos hemos mantenido a la cabeza de este sector”, ha afirmado este lunes el jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI), Mohamad Eslami, ante la prensa, al margen de una feria de los logros nucleares.
Ha señalado que, durante los últimos años, el enemigo ha creado “narrativas injustas” en lo tocante a los logros de los científicos iraníes en el campo nuclear. “Hoy, lo necesario para contrarrestar esta narrativa injusta es presentar y dar a conocer los logros, así como adoptar medidas y acciones eficaces”, ha puntualizado.
Ha detallado que, a la luz del documento estratégico de la OEAI para las dos décadas venideras, se ha trazado un nuevo camino para convertir este organismo en “una institución científica, industrial y tecnológica”, cuyos logros tendrán un impacto tangible en la vida de los ciudadanos y en el desarrollo económico y social del país.
Ha señalado que entre las prioridades de la OEAI figuran: atajar la escasez de agua y la salinidad del suelo, así como la reducción de la vulnerabilidad de los productos agrícolas a las plagas, la cobertura de la salud y la seguridad alimentaria, así como el suministro sostenible de energía.
En cuanto a las cooperaciones de Irán con Rusia en el ámbito nuclear, ha destacado que dichas cooperaciones podrán fortalecer las infraestructuras industriales, desempeñando un papel vital en el progreso de Irán.
La guerra de 12 días estalló el 13 de junio, cuando Israel lanzó una agresión sin motivo contra el país persa, atacando instalaciones militares, nucleares y civiles en Teherán y otras ciudades, lo que dejó alrededor de 1100 muertos, entre ellos varios altos mandos militares y destacados científicos nucleares. A los ataques israelíes se unió una semana después Estados Unidos, bombardeando tres sitios nucleares clave.
Irán respondió la agresión con fuerza lanzando cientos de misiles balísticos y drones contra objetivos estratégicos israelíes en los territorios ocupados en el marco de la operación sin precedentes ‘Verdadera Promesa III’, y un ataque de represalia contra la mayor base estadounidense en la región, lo que logró detener el asalto ilegal e imponer un alto el fuego a los agresores el 24 de junio.
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