El pacto nuclear “no es un acuerdo sagrado para nosotros, pero la República Islámica lo ha pactado con ciertas condiciones a cambio del levantamiento de las sanciones. Por lo tanto, no nos importa el regreso de EE.UU. al PIAC, sino el levantamiento práctico y tangible de los embargos”, ha dicho el presidente de la Asamblea Consultiva Islámica de Irán (Mayles), Mohamad Baqer Qalibaf.
En un discurso ofrecido este domingo en una sesión plenaria del Parlamento, Qalibaf ha ratificado la postura de la República Islámica en rechazo a la renegociación del acuerdo nuclear —de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés)—, a menos que EE.UU. vuelva a cumplir con sus obligaciones en virtud del convenio, del que se salió en mayo de 2018, y levante las sanciones contra el país persa.
El máximo legislador persa ha subrayado, además, que el levantamiento práctico de los embargos se realizará, siempre y cuando Teherán pueda vender su petróleo de manera libre, el Banco Central de Irán reciba ingresos de ese comercio a través de mecanismos oficiales y los empresarios iraníes comercien libremente con el mundo.
En esta línea y en cuanto a la futura postura de la Administración del presidente electo de EE.UU., Joe Biden, respecto al acuerdo nuclear, Qalibaf ha señalado que Irán no considera una garantía cualquier firma del próximo mandatario norteamericano para que Washington vuelva a ser parte del PIAC, pues el país persa ha sufrido reiteradas flagelaciones de parte de EE.UU.
Por todo ello, ha asegurado que los pasos que dio Irán en cuanto a la reducción de sus compromisos nucleares —ante la retirada de EE.UU. y la inacción de Europa— son reversibles si las otras partes del acuerdo nuclear implementan los suyos.
De hecho, tras la salida ilegal de EE.UU. del pacto nuclear, Irán esperó un año, dando una oportunidad al resto de firmantes del acuerdo para salvarlo; no obstante, ante la pasividad de la parte europea, empezó a reducir gradualmente sus compromisos nucleares en conformidad con el mismo convenio.
En este sentido, Irán comenzó el lunes a inyectar gas en las centrifugadoras de la planta nuclear de Fordo, con lo que volverá a enriquecer uranio al 20 por ciento. La medida se ha tomado en el marco de una ley aprobada recientemente en el Parlamento de Irán para obligar a EE.UU. y Europa a levantar las sanciones contra el país persa.
La República Islámica ha asegurado reiteradamente que actuará de acuerdo con el accionar de los otros firmantes del acuerdo nuclear y, aunque ha dejado la puerta abierta para el retorno de Washington al pacto, ha aclarado que no aceptará ninguna condición al respecto.
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