En un informe del panel de investigación de varios partidos británicos, publicado el jueves por los medios locales, los legisladores británicos realizaron “denuncias gravemente preocupantes” sobre las violaciones saudíes de los derechos humanos, alertando en particular de la detención ilegal del expríncipe heredero saudí Muhamad bin Nayef y otros miembros de la familia real.
De acuerdo con el reporte, el arresto de Bin Nayef supone una violación del derecho internacional y está debilitando la seguridad tanto del reino como del Occidente.
El panel alertó del crítico estado de salud del expríncipe saudí, señalando que sufre “dolores en las articulaciones, particularmente en las rodillas, que le dificultan caminar cómodamente sin ayuda, y hay evidencia de daño en sus pies, que se suma al dolor al caminar”.
Además, las autoridades saudíes han negado a Bin Nayef el permiso a ver a su familia y su médico, repudia el informe.
El reporte afirma que la detención de los opositores en Arabia Saudí ha sido una de las razones por las que Riad fracasó en su intento de ser elegido miembro del ejecutivo del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDHNU).
Por todo ello, los diputados pidieron al Reino Unido y a otros países que detuvieran las extradiciones a Arabia Saudí y sometieran a la monarquía a sanciones que incluyan la congelación de activos y prohibición de viaje.
El príncipe heredero de Arabia Saudí, Muhamad bin Salman Al Saud, ordenó en marzo el arresto de Bin Nayef, junto a otros miembros de la familia real, en el marco de la fuerte purga que ha lanzado contra sus principales rivales en la monarquía con el objetivo de consolidar su poder para heredar el trono.
A finales de noviembre, el destacado abogado internacional Mahmud Refaat denunció las siniestras intenciones de Bin Salman para ejecutar a Bin Nayef, así como al prominente príncipe Ahmad bin Abdulaziz.
De hecho, tanto Bin Nayef, como Ahmad bin Abdulaziz, fueron en algún momento aspirantes al trono de Arabia Saudí en lugar de Muhamad bin Salman, pero, tras su detención ahora podrían ser condenados a cadena perpetua o la pena capital.
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