Conforme a las estadísticas proporcionadas por la GVA, más de 8700 personas han muerto en lo que llevamos de este 2021 a causa de la violencia armada en EE.UU. y, hasta la fecha, se han registrado 270 “tiroteos masivos” en diferentes ciudades del territorio norteamericano.
De acuerdo con el reporte, los tiroteos aumentaron en 2020 a aproximadamente 600, que fue el dato más alto contabilizado que en cualquiera de los seis años anteriores que siguió la estadística.
“Es preocupante. Tenemos una mezcla de personas que comienzan a salir y a andar en público. Tenemos mucha división. Y tenemos más armas y un clima caldeado. Es una mezcla potencialmente mortal”, ha alertado James Alan Fox, profesor de la Universidad de Northeastern, en la ciudad de Boston, noroeste de EE.UU.
Asimismo, los expertos temen que, con la llegada del verano boreal y la reducción de las restricciones por la pandemia de la COVID-19, las personas puedan socializar más y, como resultado, la cifra de los tiroteos pueda aumentar.
Según confirman medios estadunidenses, dos personas murieron y al menos 30 resultaron heridas en los tiroteos que se produjeron el sábado en los estados de Austin, Chicago y Georgia.
En EE.UU., hay entre 200 millones y 350 millones de armas de fuego en manos de la ciudadanía, sin embargo, debido a la carencia de un censo nacional, documentación federal o estudios de salud pública acerca de estas armas, las cifras calculadas son vagas.
La facilidad para adquirir casi cualquier tipo de arma de fuego y distintas leyes estatales que permiten su porte visible u oculto son las principales causas del elevado número de incidentes mortales.
Entretanto, también se advierte de la elevada cantidad de hechos graves relacionados con la violencia policial, que el 25 de mayo de 2020 causó la muerte del afrodescendiente George Floyd.
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