Es la opinión del analista de temas internacionales Juan Alberto Sánchez Marín, quien en una entrevista este lunes con HispanTV, ha lamentado que en EE.UU. –que es un país rico– haya unos 50 millones de indigentes, siendo las minorías étnicas las más pobres y las más afectadas por la pandemia causada por el coronavirus (COVID-19).
“La salud pública en EE.UU. es inexistente, solo existe un sistema de salud privatizado y muy costoso al que acceden únicamente aquellos que tienen dinero”, ha indicado el experto.
Asimismo, ha señalado que los latinos, que en buena medida son indocumentados, tienen temor de asistir a los centros de salud y ser deportados.
Estados Unidos, asegura el entrevistado, padece de un racismo de “carácter sistémico”, y son los afrodescendientes los que padecen el rigor de una justicia que no opera para otros segmentos poblacionales.
Y es en estas situaciones como la del coronavirus donde se evidencian de manera clara la debilidad de un sistema de salud tan excluyente, motivo por el cual existe una alta tasa de afectados entre las minorías.
En otra parte de sus declaraciones, Sánchez Marín indica que al presidente de EE.UU., Donald Trump, un personaje que hace gala de su racismo contra las poblaciones afroamericanas y contra los migrantes, lo que menos le importa en estos momentos son estas poblaciones “renegadas”.
Al contrario, orienta sus esfuerzos hacia una campaña electoral, y aprovecha esta crisis epidémica para su propio beneficio sin importarle los pobres.
Los afroamericanos tienen el doble de probabilidades de carecer de seguro de salud en comparación con sus homólogos blancos, y es más probable que vivan en áreas médicamente desatendidas, donde la atención primaria es escasa o costosa.
La epidemióloga Sharrelle Barber, de la Universidad Drexel en Filadelfia, aclaró al diario The New York Times que la causa de la mortalidad mayor entre afroamericanos “no es biológica”, sino que “en realidad responde a las desigualdades estructurales existentes”.
Una encuesta publicada recientemente revela que el 54 % de los estadounidenses no están satisfechos con las medidas del Gobierno de EE.UU. para frenar la propagación del COVID-19.
Fuente: HispanTV noticias
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